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miércoles, julio 17, 2024
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    Nehemías 6 - Serafín de Ausejo 1975

    Maquinaciones de los adversarios

    1. Cuando a Sanbalat, a Tobías, a Guesen, el árabe, y a los demás enemigos nuestros les llegó la noticia de que yo había reedificado la muralla, sin que quedara ya brecha alguna en ella, aunque en ese momento aún no habían sido colocadas las hojas de las puertas,

    2. enviaron a decirme Sanbalat y Guesen: "Ven a entrevistarte con nosotros en Quefirín, en el valle de Onó". Pero ellos tramaban mi daño.

    3. Por eso les envié mensajeros para decirles: "Estoy haciendo una obra muy importante, y no puedo bajar. ¿Por qué parar la obra y abandonarla mientras bajo a reunirme con vosotros?".

    4. Cuatro veces me enviaron este mismo recado, y yo les respondí de la misma manera.

    5. Entonces Sanbalat me envió por quinta vez el mismo recado por medio de un criado suyo que traía en la mano una carta abierta.

    6. En ella había escrito: "Corre el rumor entre esta gente -y Guesen lo confirma- de que tú y los judíos pensáis rebelaros, y que por eso estás reconstruyendo la muralla. Según estas noticias, tú serías su rey.

    7. Incluso se dice que has establecido en Jerusalén profetas que aludiendo a ti, digan: "Hay un rey en Judá". Ahora bien, tales cosas llegarán a oídos del rey. Ven, pues, y deliberemos juntos".

    8. Pero yo envié a decirle: "Nada hay de todo eso que tú dices. Todo es un invento de tu corazón".

    9. En realidad, lo que todos ellos intentaban era infundirnos miedo, porque pensaban: "Sus manos desistirán de la obra, y no se llevará a cabo". Pero yo me reafirmé más todavía.

    10. Había ido yo a casa de Semaías, hijo de Delaías, hijo de Mehetabel, que estaba recluido en su casa, y me dijo: "Tengamos una reunión en la casa de Dios, dentro del templo, y cerremos sus puertas, porque van a venir a matarte. Esta misma noche vendrán a matarte".

    11. Pero yo le respondí: "¿Un hombre como yo va a huir? ¿Y quién, siendo como yo, penetrará en el templo para salvar su vida? ¡No entraré!".

    12. Entonces comprendí que Dios no lo había enviado, sino que había proferido aquella profecía sobre mí porque Tobías y Sanbalat lo habían sobornado con dinero.

    13. Él estaba vendido para que yo, llevado del pánico, lo hiciera así y cometiera un error. Esto les daría pie para difamarme y burlarse de mí.

    14. ¡Acuérdate, Dios mío, de Tobías y de Sanbalat por lo que han hecho, y también de la profetisa Noadía y de los demás profetas que trataron de asustarme!

    15. La muralla quedó terminada el veinticinco de elul, en cincuenta y dos días.

    16. Cuando todos nuestros enemigos lo supieron, toda la gente de nuestro entorno quedó maravillada y reconocieron que esta obra había sido realizada gracias a nuestro Dios.

    17. Por aquellos días, los principales de Judá dirigían muchas cartas a Tobías, y éste a ellos,

    18. porque muchos de Judá estaban comprometidos con él por juramento, dado que era yerno de Secanías, hijo de Araj, y que Juan, su hijo, se había casado con la hija de Mesulán, hijo de Berequías.

    19. Incluso referían ante mí sus buenas cualidades y le hacían saber todo lo que yo hacía. Tobías, por su parte, me enviaba cartas intimidatorias.