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jueves, julio 18, 2024
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    Proverbios 13 - Serafín de Ausejo 1975

    1. El hijo sabio ama la instrucción, el insolente no tolera reprensiones.

    2. Del fruto de su boca vive el hombre; el deseo de los impíos es la violencia.

    3. Quien vigila su boca guarda su vida, quien mucho habla se perderá.

    4. El perezoso ambiciona, pero su deseo es vano; el deseo de los diligentes se ve cumplido.

    5. El justo odia la palabra mentirosa, el malvado difama y ultraja.

    6. La justicia guarda al que bien camina, la maldad derriba al pecador.

    7. Uno se las da de rico, y nada tiene; otro pasa por pobre teniendo en abundancia.

    8. El hombre rico paga su rescate; el pobre no sabe de amenazas.

    9. La luz de los justos resplandece, la lámpara de los malvados se extingue.

    10. El orgullo sólo ocasiona disputas; con los humildes está la sabiduría.

    11. Las ganancias rápidas se desvanecen; quien despacio amontona será opulento.

    12. La esperanza frustrada enferma el corazón, el deseo satisfecho es árbol de vida.

    13. Quien desprecia la palabra se perderá, quien guarda el precepto será salvo.

    14. La enseñanza del sabio es fuente de vida para evitar los lazos de la muerte.

    15. La benevolencia procura favor; el camino de los impíos, su ruina.

    16. El hombre prudente actúa con sensatez, el necio hace gala de necedad.

    17. Un mal mensajero provoca desgracias, un enviado fiel trae remedios.

    18. Miseria y oprobio a quien rechaza la instrucción; honor a quien admite la reprensión.

    19. Deseo satisfecho es delicia del alma. Los necios detestan evitar el mal.

    20. Trata con sabios y serás sabio; quien con necios anda, mal acaba.

    21. La miseria persigue a los pecadores; la dicha recompensa a los justos.

    22. La herencia del bueno pasa a sus nietos, la fortuna del pecador es para el justo.

    23. El terruño del pobre produce en abundancia; pero puede perderse por faltas de justicia.

    24. Quien escatima la vara quiere mal a su hijo, quien bien le quiere procura corregirlo.

    25. El justo come hasta saciar su apetito, el vientre de los malvados conoce el hambre.