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sábado, agosto 17, 2024
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    Salmos 141 - Serafín de Ausejo 1975

    Oración a fin de ser guardado del mal Salmo de David.

    1. Salmo. De David. Yo te invoco, Señor, ven en seguida, presta oído a mi voz cuando te llamo:

    2. que ante ti se haga valer como el incienso mi plegaria, mi manos levantadas como la ofrenda de la tarde.

    3. Pon, Señor a mi boca vigilancia y custodia la puerta de mis labios.

    4. No me dejes tender a la maldad ni, con hombres malvados, ocuparme en acciones criminales: no me alimente yo de sus delicias.

    5. Que el justo me golpee y el pío me reprenda; mas el aroma del malvado no perfume mi cabeza:

    6. yo sigo en mi oración contra sus maldades. Despeñan a sus jueces de la roca y escuchan con burla mis palabras.

    7. Como la tierra en surcos y agrietada, así están, a la boca del seol, dislocados sus huesos.

    8. Mas mis ojos, Señor, van hacia ti, y en ti busco refugio: no dejes que mi vida se derrame.

    9. Presérvame del lazo que me tienden, de la intriga del fautor de iniquidad.

    10. Que los malvados caigan en sus redes, mientras yo logro salvarme.