28.4 C
Miami
domingo, agosto 18, 2024
Más


    Salmos 28 - Serafín de Ausejo 1975

    Plegaria pidiendo ayuda, y alabanza por la respuesta Salmo de David.

    1. De David. A ti, Señor, yo clamo, no te estés, mi roca, mudo, no sea que si tú callas en mi caso, me iguale a los que descienden a la fosa.

    2. Escucha mi plegaria, cuando clamo hacia ti y alzo mis manos hacia tu lugar santísimo.

    3. No me arrastres en el haz de los impíos, con los agentes de maldad que hablan de paz con sus vecinos, con malicia en su interior.

    4. Dales tú según sus hechos, conforme a la maldad de sus acciones; retribúyeles según las obras de sus manos, dales el pago que merecen.

    5. No se dan a meditar las obras del Señor ni las acciones de sus manos: que los destruya él y no los reconstruya.

    6. Bendito sea el Señor, pues escucha la voz de mi plegaria.

    7. El Señor es mi fortaleza, él mi escudo, en él espero y él me ayuda: mi corazón se regocija y con mi canto le doy gracias.

    8. El Señor es la fortaleza de su pueblo y alcázar de la victoria de su ungido.

    9. Libera tú a tu pueblo, bendice a tu heredad, apaciéntalos y guíalos por siempre.