29.8 C
Miami
lunes, agosto 19, 2024
Más


    Salmos 38 - Serafín de Ausejo 1975

    Oración de un penitente Salmo de David, para recordar.

    1. Salmo. De David; para recordar.

    2. Ah Señor, no me acuses en tu ira y en tu furor no me reprendas.

    3. Tus flechas han caído sobre mí y se ha bajado contra mí tu mano.

    4. No hay en mi carne parte sana, a causa de tu enojo; no hay reposo en mis huesos, debido a mis pecados.

    5. Mis delitos sobrepasan mi cabeza; como carga pesada superan mis fuerzas.

    6. Mis heridas están hediondas y ulcerosas, por culpa de mis yerros.

    7. Voy apocado, hasta el extremo decaído, ando sombrío todo el día.

    8. Mis riñones están enfebrecidos no hay en mi carne parte sana.

    9. Estoy entorpecido, del todo quebrantado, rugiendo de los bramidos de mi pecho.

    10. Mis deseos, Señor, te están todos presentes y no se te ocultan mis anhelos.

    11. Mi corazón palpita, mis fuerzas me abandonan y la luz misma de mis ojos no cuenta para mí.

    12. Amigos y vecinos se apartan de mi plaga, mis parientes se tienen a distancia.

    13. Los que acechan mi vida me golpean, los que buscan mi mal hablan de ruina y rumian todo el día fraudulencias.

    14. Y así yo, igual al sordo que no oye, como el mudo incapaz de abrir la boca,

    15. voy como hombre que no siente, que no tiene en su boca una respuesta.

    16. Pero en ti, Señor, espero, y tú me responderás, Señor, mi Dios.

    17. yo me digo: "No vayan a gozarse de mi suerte y, si mi pie resbala, dominarme".

    18. En verdad, estoy a punto de caer con mi dolor siempre a la vista.

    19. Yo reconozco mis delitos, estoy inquieto por razón de mis pecados.

    20. Los que atentan contra mi vida son potentes, numerosos los que me odian sin motivo.

    21. Los que pagan mal por bien me son hostiles, por buscar yo lo que es bueno.

    22. No me abandones tú, Señor, no te alejes, Dios mío.