Salmos 42 - Serafín de Ausejo 1975

Mi alma tiene sed de Dios Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.

1. Del director. Maskil. De los hijos de Coré.

2. Como anhela la cierva al lado del torrente, así te anhela a ti, oh Dios, el alma mía.

3. Mi alma tiene sed del Señor, del Dios vivo. ¿Cuándo podré llegar y ver la faz de Dios?

4. Noche y día, mis lágrimas se me han hecho mi pan, pues sin tregua me dicen: "¿Dónde está tu Dios?".

5. Al recordarme de ello, mi alma se derrama en mi interior. Me uniré con el pueblo, lo guiaré hacia la casa del Señor, entre voces de alegría y alabanzas de multitud en fiesta.

6. ¿Por qué estás abatida, oh alma mía, y murmuras en mí? Confía en el Señor: podré aún alabarlo, a él, alegría de mi rostro,

7. a él, mi Dios. Mi alma está abatida en mí; por eso te recuerdo desde la tierra del Jordán, desde los Hermones y el monte de Mizar.

8. Un abismo llama a otro: al sonido de tus cataratas, tus rompientes todos y tus olas avanzan sobre mí.

9. De día el Señor manda sus favores; por la noche su canto está conmigo: mi corazón hacia el Dios de mi vida.

10. Yo quiero a Dios decir: "Mi roca, ¿por qué me has olvidado? ¿Por qué tendré que andar sombrío, con la opresión del adversario,

11. con quebranto en los huesos?". El opresor me insulta, diciéndome sin tregua: "¿Dónde está tu Dios?".