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miércoles, julio 17, 2024
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    2 Reyes 6 - La Biblia Textual 3a Edicion

    Eliseo hace flotar el hacha

    1. Los hijos de los profetas dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar donde moramos delante de ti es estrecho para nosotros.

    2. Te rogamos que nos permitas ir al Jordán, para que cada uno tome de allí una viga, y nos hagamos un lugar para habitar allí. Y él respondió: Id.

    3. Pero uno dijo: Te ruego que te dignes venir con tus siervos. Y él respondió: Iré.

    4. Fue pues con ellos, y cuando llegaron al Jordán, talaron unos árboles.

    5. Y aconteció que mientras uno derribaba un árbol, se le cayó el hierro° al agua; y gritó diciendo: ¡Ay, señor mío! ¡Era prestado!

    6. Y el varón de Dios preguntó: ¿Dónde cayó? Y le mostró el lugar. Entonces él cortó un palo, lo echó allí e hizo flotar el hierro.

    7. Y dijo: Tómalo. Y él extendió su mano y lo tomó.

    Eliseo y los sirios

    8. El rey de Siria combatía contra Israel, cuando consultó con sus siervos, y dijo: En tal lugar estará mi campamento.

    9. Entonces el varón de Dios envió a decir al rey de Israel: Cuídate de pasar por tal lugar, porque por allí van a bajar los sirios.

    10. Y el rey de Israel envió al lugar que el varón de Dios le había dicho; así que, al prevenirlo, él se guardó de ir allí, y esto no una ni dos veces.

    11. Y el corazón del rey de Siria estaba turbado por tal motivo, y llamando a sus siervos, les preguntó: ¿Acaso no me diréis quién de los nuestros está a favor del rey de Israel?

    12. Y uno de sus siervos respondió: No, rey y señor mío, sino que el profeta Eliseo, que está en Israel, él revela al rey de Israel las palabras que tú hablas en el interior de tu aposento.

    13. Y él dijo: Averiguad dónde está, para que pueda hacerle prender. Y le fue dicho: He aquí está en Dotán.

    14. Entonces envió allá caballos y carros,° y un numeroso ejército, los cuales llegaron de noche y rodearon la ciudad.

    15. Y cuando el siervo del varón de Dios madrugó para salir, he aquí un ejército con caballos y carros° rodeando la ciudad. Y su siervo le dijo: ¡Ay, señor mío! ¿Cómo haremos?

    16. Pero él respondió: No tengas temor, porque más son los que están con nosotros que los que están con ellos.

    17. Y oró Eliseo diciendo: ¡Oh YHVH, te ruego que abras sus ojos para que vea! Y YHVH abrió los ojos del siervo, y miró, y he aquí el monte estaba repleto de caballos y carros° de fuego alrededor de Eliseo.

    18. Y cuando bajaron contra él, Eliseo oró a YHVH, y dijo: ¡Hiere a esta gente con ceguera, te ruego! Y Él los hirió con una ceguera° total conforme a la palabra de Eliseo.

    19. Entonces Eliseo les dijo: Este no es el camino, ni esta es la ciudad; seguidme y os llevaré al varón que buscáis. Y los condujo a Samaria.

    20. Y cuando llegaron a Samaria, sucedió que Eliseo dijo: ¡Oh YHVH, abre los ojos de éstos para que puedan ver! Y YHVH abrió sus ojos, y miraron, y he aquí, estaban en medio de Samaria.

    21. Y cuando el rey de Israel los vio, dijo a Eliseo: Padre mío, ¿debo herirlos? ¿Debo herirlos?

    22. Y él dijo: No los herirás. ¿Matarías tú a los que capturaste con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y vuelvan a sus señores.

    23. Entonces preparó° una gran comida para ellos, y cuando hubieron comido y bebido, los dejó ir, y regresaron a sus señores; y ya no volvieron a entrar cuadrillas° de Siria en la tierra de Israel.

    Eliseo y el sitio de Samaria

    24. Después de esto, sucedió que Ben-adad rey de Siria reunió todo su ejército, y subió y puso sitio a Samaria.

    25. Y hubo una gran hambruna en Samaria, pues he aquí que la habían sitiado, hasta que la cabeza de un asno llegó a venderse por ochenta piezas de plata,° y un cuarto de cab° de estiércol de paloma° por cinco piezas de plata.

    26. Y sucedió que el rey de Israel pasaba por el muro, cuando una mujer clamó a él diciendo: ¡Ayúdame, mi señor, oh rey!

    27. Pero él dijo: Si YHVH no te salva, ¿de dónde te salvaré yo?° ¿Con algo del granero o del lagar?

    28. Y agregó el rey: ¿Qué tienes? Y ella respondió: Esta mujer me dijo: Entrega tu hijo para que podamos comerlo hoy, y mañana comeremos el mío.

    29. Cocimos, pues, mi hijo y lo comimos; y al día siguiente le dije: Entrega tu hijo para que podamos comerlo, pero ella ha escondido a su hijo.

    30. Cuando el rey escuchó las palabras de la mujer, mientras pasaba por el muro, rasgó sus vestidos; y el pueblo observó, y, he aquí, vestía de saco° sobre su cuerpo.

    31. Entonces dijo: ¡Así me haga ’Elohim, y aun me añada, si la cabeza de Eliseo ben Safat permanece hoy sobre él!

    32. Y Eliseo estaba sentado en su casa, y los ancianos estaban sentados con él, cuando envió° un hombre de su parte.° Pero antes que el mensajero llegara a él, dijo a los ancianos: ¿Habéis visto como este hijo de homicida ha enviado a cortarme la cabeza? Observad cuando llegue el emisario, cerrad la puerta y rechazadlo con esta.° ¿No se escucha tras él el ruido de los pasos de su amo?

    33. Aún hablaba con ellos, cuando he aquí el mensajero° bajaba a él, y dijo: Reconozco que esta desgracia es de parte de YHVH. ¿Qué más podría esperar de parte de YHVH?°