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viernes, julio 19, 2024
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    Génesis 34 - La Biblia Textual 3a Edicion

    La deshonra de Dina vengada

    1. Dina, la hija que Lea había dado a luz a Jacob, salió a ver a las hijas de aquella tierra.

    2. Y la vio Siquem,° hijo de Hamor,° el heveo, príncipe de aquella tierra, y la tomó, se acostó con ella, y la humilló.

    3. Pero su alma se apegó a Dina, la hija de Jacob, y se enamoró de la muchacha, y habló al corazón de la muchacha.

    4. Y habló Siquem a su padre Hamor diciendo: Tómame a esta jovencita por mujer.

    5. Y oyó Jacob que él había contaminado a su hija Dina, pero como sus hijos estaban con su ganado en el campo, Jacob guardó silencio hasta la llegada de ellos.

    6. Entonces Hamor, padre de Siquem, salió a Jacob para tratar con él.

    7. Cuando los hijos de Jacob regresaron del campo y lo oyeron, aquellos varones se indignaron y se enardecieron en gran manera, porque había hecho vileza a Israel acostándose con la hija de Jacob, cosa que no se debía hacer.

    8. Pero Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem se ha apegado a vuestra hija, os ruego se la deis por mujer.

    9. Emparentad con nosotros, dadnos vuestras hijas y tomad nuestras hijas para vosotros.

    10. Habitad con nosotros, y la tierra estará delante de vosotros, morad y negociad en ella, y adquirid posesión en ella.

    11. Y dijo Siquem al padre de ella y a sus hermanos: Halle yo gracia ante vuestros ojos, y daré lo que me digáis.

    12. Aumentad a cargo mío mucha dote y regalos, que yo daré cuanto me digáis, pero dadme la muchacha por mujer.

    13. Los hijos de Jacob respondieron con doblez a Siquem y a Hamor su padre, pues había violado° a su hermana Dina.

    14. Les dijeron: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana a un hombre que tenga prepucio, porque es afrenta para nosotros.

    15. Sólo con esto os consentiremos: que lleguéis a ser como nosotros, circuncidando entre vosotros a todo varón.

    16. Entonces os daremos nuestras hijas y tomaremos las vuestras, y habitaremos con vosotros y llegaremos a ser un pueblo.

    17. Pero si no aceptáis ser circuncidados, entonces tomaremos nuestra hija, y nos iremos.

    18. Y las palabras de ellos parecieron buenas ante los ojos de Hamor y ante los ojos de Siquem, hijo de Hamor.

    19. Y no demoró el muchacho en hacer aquello, porque se deleitaba con la hija de Jacob, y él era el más distinguido de toda la casa de su padre.

    20. Y fueron Hamor y Siquem su hijo a la puerta de su ciudad, y hablaron a los hombres de su ciudad, diciendo:

    21. Estas gentes son pacíficas con nosotros, habitarán en la tierra y traficarán en ella, pues mirad, la tierra es bastante ancha para ellos. Tomaremos sus hijas por mujeres, y les daremos nuestras hijas.

    22. Pero sólo con esto consentirán en habitar con nosotros para ser un pueblo: que todo varón nuestro sea circuncidado, así como ellos están circuncidados.

    23. ¿Acaso no llegarán a ser nuestros su ganado, y su hacienda y todos sus animales? Sólo convengamos con ellos, y habitarán con nosotros.

    24. Y todos los que salían a la puerta de su ciudad obedecieron a Hamor y a su hijo Siquem, y fue circuncidado todo varón, cuantos salían a la puerta de su ciudad.

    25. Y aconteció al tercer día, cuando ellos estaban más° adoloridos, que dos de los hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomando cada uno su cuchillo,° llegaron contra la ciudad confiada y asesinaron a todos los hombres.

    26. Y asesinaron a filo de cuchillo a Hamor y a Siquem su hijo, y sacaron a Dina de la casa de Siquem, y salieron.

    27. Los hijos de Jacob pasaron sobre los muertos y saquearon la ciudad, porque habían violado a su hermana.

    28. Y tomaron sus ovejas, sus vacas y sus asnos, lo que había en la ciudad y lo que había en el campo,

    29. y toda su hacienda, y se llevaron cautivas a todas sus criaturas y sus mujeres, y saquearon todo lo que había en la casa.

    30. Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado haciéndome apestoso ante los moradores de esta tierra: el cananeo y el ferezeo. Yo tengo escaso número de hombres, y se juntarán contra mí, me atacarán, y yo y mi casa seremos exterminados.

    31. Pero dijeron ellos: ¿Había él de tratar a nuestra hermana como a una ramera?