Hechos 22 - La Biblia Textual 3a Edicion1. Varones hermanos y padres, oíd ahora mi defensa ante vosotros. 2. (Oyendo entonces que les hablaba en lengua hebrea, guardaron más silencio.) Y dice: 3. Yo soy un varón judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, y educado a los pies de Gamaliel° conforme a la rigidez de la ley ancestral,° siendo tan celoso de Dios como todos vosotros lo sois hoy. 4. Yo perseguí a muerte este Camino, atando y entregando en cárceles a varones y también a mujeres, 5. como también me es testigo el sumo sacerdote, y todo el concilio de ancianos, pues de ellos recibí cartas para los hermanos en Damasco, y viajaba allá para traer° atados a Jerusalem incluso a los que había allí, a fin de que fueran castigados.° Pablo relata su conversión6. Pero me aconteció yendo, cuando me acercaba a Damasco, como a medio día, súbitamente una gran luz del cielo resplandeció° en torno a mí, 7. y caí al suelo y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo,° ¿por qué me persigues? 8. Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Me dijo: Yo soy Jesús el nazareno, a quién tú persigues. 9. Ahora bien, los que estaban° conmigo ciertamente vieron la luz, pero no oyeron la voz del que hablaba° conmigo.° 10. Entonces dije: ¿Qué debo hacer,° Señor? Y el Señor me dijo: Levántate, ve a Damasco, y allí se te dirá todo lo que ha sido ordenado que hagas.° 11. Y como no veía por causa del resplandor de aquella luz, me llevaron de la mano los que estaban° conmigo, y llegué a Damasco. 12. Entonces cierto Ananías, varón piadoso conforme a la ley, que recibía° aprobación de todos los judíos que viven allí, 13. vino° a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recupera la vista. Y en aquel momento, miré hacia él. 14. Entonces él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido° para que conozcas su voluntad, veas al Justo y oigas la voz de su boca. 15. Porque le serás testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído.° 16. Ahora pues, ¿qué esperas? ¡Levántate y bautízate y lava tus pecados invocando su nombre! Pablo es enviado a los gentiles17. Y me aconteció que después de regresar a Jerusalem, y cuando estaba orando en el templo, tuve un éxtasis, 18. y vi° que me decía: Apresúrate, y sal pronto de Jerusalem; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí. 19. Y yo dije: Señor, ellos saben que yo estaba encarcelando y azotando en cada una de las sinagogas a los que creen en ti. 20. Y cuando era derramada la sangre de Esteban tu testigo, yo mismo estaba presente consintiendo y guardando las ropas de los que lo mataban.° 21. Y me dijo: Ve, porque Yo te enviaré lejos a los gentiles. Pablo en manos del tribuno22. Y lo escucharon hasta esa palabra, y alzando la voz, gritaron: ¡Quita a ése de la tierra, que no conviene que viva!° 23. Y como ellos seguían gritando y agitando sus mantos y echando polvo al aire, 24. el tribuno mandó meterlo en la fortaleza, y dijo° que lo atormentaran con azotes, para descubrir por qué causa le gritaban así. 25. Pero cuando lo estaban atando con las correas, Pablo dijo al centurión que estaba° presente: ¿Os es lícito azotar también a un ciudadano° romano sin sentencia previa? 26. Cuando el centurión oyó esto, fue al tribuno y le avisó, diciendo: ¿Qué vas a hacer?, porque este hombre es romano. 27. El tribuno se le acercó entonces, y le dijo: Dime, ¿eres tú romano? Y él dijo: Sí. 28. Y el tribuno respondió: Yo, con una gran suma adquirí esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo: Pues yo la tengo de nacimiento. 29. De manera que los que iban° a interrogarlo se apartaron de él al instante. Y hasta el tribuno, aun por haberlo atado, tuvo temor al saber que era° romano. Pablo ante el concilio30. Al día siguiente, queriendo saber de seguro por qué lo acusaban° los judíos, lo desató; y mandó reunir a los principales sacerdotes y a todo el Sanedrín; y sacando a Pablo, lo puso ante ellos. |