Lucas 19 - La Biblia Textual 3a EdicionJesús y Zaqueo1. Y habiendo entrado, iba pasando por Jericó. 2. Y he aquí un varón llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, 3. procuraba ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era pequeño de estatura. 4. Corriendo° entonces adelante, se subió a un sicómoro para verlo,° pues estaba a punto de pasar. 5. Cuando Jesús llegó al lugar, miró hacia arriba y le dijo: Zaqueo, baja de prisa, porque es necesario que hoy pose en tu casa. 6. Y él se apresuró y bajó, y lo recibió con gozo.° 7. Pero al verlo, todos murmuraban, diciendo: Entró a hospedarse con un hombre pecador. 8. Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí Señor, la mitad de mis bienes doy° a los pobres, y si algo he defraudado a alguno, lo restituyo cuadruplicado.° 9. Jesús le dijo: Hoy ha venido salvación a esta casa, por cuanto él también es hijo de Abraham; 10. porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.° Parábola de las diez minas11. Estando ellos oyendo estas cosas, prosiguió y propuso° una parábola, por estar cerca de Jerusalem, y porque ellos pensaban° que el reino de Dios iba° a ser manifestado inmediatamente. 12. Dijo pues: Cierto° hombre de noble nacimiento partió para un país lejano a recibir° para sí un reino, y regresar. 13. Y llamando a diez de sus siervos, les dio diez minas,° y les dijo: Negociad mientras vengo. 14. Pero sus conciudadanos lo aborrecían, y enviaron tras él una delegación, diciendo: No deseamos que éste llegue a reinar sobre nosotros. 15. Después de recibido el reino, sucedió que él regresó y ordenó que le llamaran° a aquellos siervos a los cuales había entregado el dinero, para saber° cuánto había ganado° cada uno. 16. Llegó el primero, diciendo: Señor, tu mina produjo diez minas. 17. Le dijo: ¡Bien hecho, buen siervo! Por cuanto en lo muy poco fuiste fiel, ten° autoridad sobre diez ciudades. 18. Y llegó el segundo, diciendo: Señor, tu mina produjo cinco minas. 19. También dijo a éste: Tú también sé sobre cinco ciudades.° 20. Y el otro llegó, diciendo: Señor, aquí está tu mina, que tenía guardada en un pañuelo. 21. Porque te temía, pues eres hombre severo, que tomas lo que no pusiste y siegas lo que no sembraste. 22. Le dice: Mal siervo, de tu propia boca te juzgo. ¿Sabías que soy hombre severo, que tomo lo que no puse y que siego lo que no sembré? 23. ¿Por qué pues no diste mi dinero al banco,° para que viniendo yo lo demandara° con el logro? 24. Y a los presentes les dijo: ¡Quitadle la mina, y dadla al que tiene las diez minas! 25. Y le dijeron: ¡Señor, ya tiene diez minas! 26. Os digo que a todo el que tiene le será dado, pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.° 27. Y a aquellos enemigos míos que no quisieron que yo llegara a reinar sobre ellos, ¡traedlos acá y decapitadlos ante mi presencia!° La entrada triunfal en Jerusalén28. Y habiendo dicho esto, seguía adelante subiendo a Jerusalem. 29. Y aconteció que cuando se acercó a Betfagé y Betania, cerca del llamado monte de los Olivos, envió a dos de los discípulos, 30. diciendo: Id a la aldea de enfrente, al entrar en ella, hallaréis un pollino atado en que ningún hombre° se ha sentado aún; desatadlo y traedlo. 31. Y si alguien os pregunta: ¿Por qué lo desatáis? diréis así: Porque el Señor tiene necesidad° de él. 32. Yendo entonces los enviados, hallaron como les dijo, 33. y desatando° ellos el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino? 34. Ellos dijeron: Porque el Señor tiene necesidad de él. 35. Y lo llevaron a Jesús, y echando encima sus mantos sobre el pollino, hicieron montar a Jesús, 36. y mientras avanzaba, tendían sus mantos en el camino. 37. Cuando ya se acercaba a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, se regocijaron y comenzaron a alabar a Dios a gran voz por todos los milagros que habían visto,° 38. diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor!° ¡Paz en el cielo, y gloria en las alturas! 39. Y algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. 40. Respondiendo, dijo: Os digo que si éstos callaran,° las piedras clamarían. 41. Y cuando llegó cerca y vio la ciudad, lloró sobre ella, 42. diciendo: ¡Oh si tú hubieras conocido, siquiera en este día,° lo conducente° a la paz!° Pero ahora está encubierto de tus ojos. 43. Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos levantarán torres de asedio contra ti, y te rodearán por todos lados, 44. y te arrasarán con tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación. Purificación del templo45. Y entrando en el templo, comenzó a echar fuera a los que estaban vendiendo, 46. diciéndoles: Está escrito: Y mi Casa será Casa de oración;° pero vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.° 47. Y enseñaba cada día en el templo,° pero los principales sacerdotes y los escribas, y los más prominentes del pueblo procuraban destruirlo, 48. pero no hallaban cómo hacerlo,° porque todo el pueblo estaba pendiente de Él,° escuchándolo. |