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sábado, agosto 17, 2024
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    Job 11 - Torres Amat

    Zofar acusa de maldad a Job

    1. Aquí Sofar de Naamat, tomando la palabra dijo:

    2. Pues qué, ¿el que mucho habla, no escuchará también? ¿O bastará al hombre ser gran hablador para justificarse?

    3. ¿Por ti solo habrán de callar los demás hombres? ¿Y después de haberte mofado de los otros no habrá nadie que te confunda?

    4. Lo cierto es que tú has dicho a Dios: Mi doctrina, o la vida que llevo, es pura, y yo estoy limpio en tu presencia.

    5. Mas ojalá Dios se dignase responderte y abrir sus labios para hablar contigo,

    6. y te hiciese ver los secretos de su sabiduría y la multiplicidad de sus leyes; con lo que conocerías que te castiga menos de lo que tu maldad merece.

    7. ¿Acaso puedes tú comprender los caminos de Dios, o entender al Todopoderoso hasta lo sumo de su perfección?

    8. Es más alto que los cielos: ¿qué harás pues? Es más profundo que los infiernos: ¿cómo has de poder conocerlo?

    9. Su dimensión es más larga que la tierra, y más ancha que el mar.

    10. Si trastornare todas las cosas, o las amontonare en un lugar, ¿quién podrá oponérsele?

    11. El conoce la vanidad o iniquidad de los hombres; y viendo sus maldades, ¿ha de pasarlas por alto sin castigarlas?

    12. El hombre necio se engríe con altanería, y se cree nacido para no tener freno, como el pollino del asno montés.

    13. Yo veo que tú has endurecido tu corazón, y levantas, osado, hacia el Señor tus manos.

    14. Si arrojares de ti la iniquidad que hay en tus obras, y no consintieres que more en tu casa la injusticia,

    15. entonces sí que podrás, limpio de toda mácula, alzar tu rostro a Dios, y con su auxilio permanecer firme y sin temor alguno;

    16. y aun te olvidarás de tus trabajos, o sólo te acordarás de ellos como de un torrente de aguas que ya pasó.

    17. Y en la tarde amanecerá para ti una luz como de medio día; y cuando te creerás consumido, renacerás brillante como la estrella de la mañana.

    18. La esperanza que se te propondrá de la vida eterna, te llenará de confianza; y dormirás en plena seguridad estando rodeado como de un profundo foso.

    19. Reposarás, y no habrá quien te amedrente; y muchísimos poderosos acudirán a ti con súplicas.

    20. Mas los ojos de los impíos se secarán de envidia; y no habrá guarida para ellos; y sus mismas esperanzas causarán abominación y tormento a su alma.