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jueves, julio 18, 2024
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    Juan 18 - Torres Amat

    Arresto de Jesús

    1. Dicho esto marchó Jesús con sus discípulos a la otra parte del torrente Cedrón, donde había un huerto, en el cual entró con sus discípulos.

    2. Judas que le entregaba, estaba bien informado del sitio; porque Jesús solía retirarse muchas veces a él con sus discípulos.

    3. Judas, pues, habiendo tomado una compañía de soldados y varios ministros que le dieron los sacerdotes y fariseos, fue allá con linternas, y hachas, y con armas.

    4. Y Jesús , que sabía todas las cosas que le habían de sobrevenir, salió a su encuentro, y les dijo: ¿A quién buscáis?

    5. Le respondieron: A Jesús Nazareno. Les dijo Jesús : Yo soy. Estaba también entre ellos Judas el que le entregaba.

    6. Apenas, pues, les dijo: Yo soy, retrocedieron todos, y cayeron en tierra.

    7. Les preguntó Jesús por segunda vez: ¿A quién buscáis? Y ellos respondieron: A Jesús Nazareno.

    8. Replicó Jesús : Ya os he dicho que yo soy; ahora bien, si me buscáis a mí, dejad ir a éstos.

    9. Para que se cumpliese la palabra que había dicho: ¡Oh Padre!, ninguno he perdido de los que tú me diste.

    10. Entretanto Simón Pedro que tenía una espada, la desenvainó, y dando un golpe a un criado del sacerdote, le cortó la oreja derecha. Este criado se llamaba Malco.

    11. Pero Jesús dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina. El cáliz que me ha dado mi Padre, ¿he de dejar yo de beberlo?

    Jesús ante el sumo sacerdote

    12. En fin, los soldados, el tribuno o comandante, y los ministros de los judíos prendieron a Jesús y le ataron.

    13. De allí le condujeron primero a casa de Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año.

    14. Caifás era el que había dado a los judíos el consejo, que convenía que un hombre muriese por el pueblo.

    Pedro en el patio de Anás

    15. Iba siguiendo a Jesús , Simón Pedro y otro discípulo, el cual era conocido del sacerdote, y así entró con Jesús en el atrio del sacerdote,

    16. quedándose Pedro fuera en la puerta. Por eso el otro discípulo, conocido del sacerdote, salió a la puerta y habló a la portera, y franqueó a Pedro la entrada.

    17. Entonces la criada portera dice a Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? El le respondió: No lo soy.

    18. Los criados y ministros, que habían ido a prender a Jesús , estaban a la lumbre, porque hacía frío, y se calentaban. Pedro asimismo estaba con ellos, calentándose.

    Anás interroga a Jesús

    19. Entretanto el sacerdote se puso a interrogar a Jesús sobre sus discípulos y su palabra.

    20. A lo que respondió Jesús : Yo he predicado públicamente delante de todo el mundo; siempre he enseñado en la sinagoga, y en el templo, adonde concurren todos los judíos, y nada he hablado en secreto.

    21. ¿Qué me preguntas a mí? Pregúntale a los que han oído lo que yo les he enseñado; pues ésos saben qué he dicho yo.

    22. A esta respuesta, uno de los ministros asistentes dio una bofetada a Jesús , diciendo: ¿Así respondes tú al sacerdote?

    23. Le dijo a él Jesús : Si yo he hablado mal, manifiesta lo mal que he dicho; pero si bien, ¿por qué me hieres?

    24. Entonces lo envió Anás atado al sumo sacerdote Caifás.

    Pedro niega a Jesús

    25. Y estaba allí en pie Simón Pedro, calentándose. Le dijeron, pues: ¿No eres tú también de sus discípulos? El lo negó diciendo: No lo soy.

    26. Le dijo uno de los criados del sumo sacerdote, pariente de aquel cuya oreja había cortado Pedro: Pues, ¿no te vi yo en el huerto con él?

    27. Negó Pedro otra vez, y al punto cantó el gallo.

    Jesús ante Pilato

    28. Llevaron después a Jesús desde casa de Caifás al pretorio. Era muy de mañana; y ellos no entraron al pretorio, por no contaminarse, a fin de poder comer de las víctimas de la Pascua .

    29. Por eso Pilatos salió afuera, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?

    30. Respondieron, y le dijeron: Si éste no fuera malhechor, no le hubiéramos puesto en tus manos.

    31. Les replicó Pilatos: Pues tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Los judíos le dijeron: A nosotros no nos es permitido matar a nadie; esa potestad es tuya;

    32. con lo que vino a cumplirse lo que Jesús dijo, indicando el género de muerte de que había de morir.

    33. Oído esto, Pilatos entró de nuevo en el pretorio, y llamó a Jesús , y le preguntó: ¿Eres tú el rey de los judíos?

    34. Respondió Jesús : ¿Dices tú eso de ti mismo, o te lo han dicho de mí otros?

    35. Replicó Pilatos: ¿Qué, acaso soy yo judío? Tu nación y los sacerdotes te han entregado a mí: ¿qué has hecho tú?

    36. Respondió Jesús : Mi reino no es de este mundo. Si de este mundo fuera mi reino, claro está que mis gentes me habrían defendido para que no cayese en manos de los judíos; mas mi reino no es de acá.

    37. Le replicó Pilatos: ¿Conque tú eres rey? Respondió Jesús : Así es como dices: yo soy rey. Yo para esto nací, y para esto vine al mundo, para dar testimonio de la verdad; todo aquel que pertenece a la verdad, escucha mi voz.

    38. Le dijo Pilatos: ¿Qué es la verdad? ¿De qué verdad hablas? Y dicho esto, salió por segunda vez a los judíos, y les dijo: Yo ningún delito hallo en este hombre;

    39. mas ya que tenéis la costumbre de que os suelte un reo por la Pascua , ¿queréis que os ponga en libertad al rey de los judíos?

    40. Entonces todos volvieron a gritar: No a ése, sino a Barrabás. Es de saber que Barrabás era un ladrón y homicida.