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jueves, julio 18, 2024
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    Nehemías 10 - Torres Amat

    1. Los que firmaron, fueron: Nehemías Atersata o copero, hijo de Haquelai, o Helcías, y Sedecías.

    2. Saraías, Azarías, Jeremías,

    3. Fesur, Amarías, Melquías,

    4. Hattús, Sebenías, Melluc,

    5. Harem, Merimut, Abdías,

    6. Daniel, Gentón, Baruc,

    7. Mosollam, Abía, Miamín,

    8. Maazía, Belgai, Semeía; todos ellos sacerdotes.

    9. Los levitas fueron: Josué, hijo de Azanía, Bennui de los descendientes de Henadad, Cedmihel,

    10. y sus hermanos Sebenía, Odaía, Celita, Falaía, Hanán,

    11. Mica, Rohob, Hasebía,

    12. Zacur, Serebías, Sabanía,

    13. Odaía, Bani, Baninu.

    14. Cabezas o principales del pueblo: Farós, Fahatmoab, Elam, Zetu, Bani,

    15. Bonni, Azgad, Bebai,

    16. Adonía, Begoai, Adín,

    17. Ater, Hezecía, Azur,

    18. Odaía, Hasum, Besai,

    19. Haref, Anatot, Nebai,

    20. Megfías,s Mosollam, Hazir,

    21. Mesizabel, Sadoc, Jeddúa,

    22. Feltía, Hanán, Anaía,

    23. Osee, Hananía, Hasub,

    24. Alohés, Falea, Sobec,

    25. Rehum, Hasebna, Maasía,

    26. Ecaía, Hanán, Anán,

    27. Melluc, Harán, Baana.

    28. En cuanto a los demás del pueblo, sacerdotes, levitas, porteros y cantores, natineos y todos cuantos se habían separado de las otras naciones, y abrazado la ley de Dios, y asimismo, sus mujeres y sus hijos e hijas.

    29. Todos los que eran capaces de discernir y entender, lo prometieron por medio de sus hermanos; viniendo los prinicipales o magnates entre ellos a prometer y jurar que procederían según la ley de Dios, promulgada por medio de Moisés, siervo de Dios y que guardarían y cumplirían todos los mandamientos del Señor Dios nuestro, y sus preceptos y ceremonias;

    30. y que no daríamos nuestras hijas a varones de otra nación, ni tomaríamos sus hijas para nuestros hijos.

    31. Asimismo que cuando los gentiles traen mercaderías y comestibles en día de sábado, no se las compraremos en sábado, ni en ningún otro día de fiesta; que dejaremos descansar la tierra el año séptimo, y no exigiremos en él deuda ninguna.

    32. Y que nos impondremos la ley de contribuir todos los años con la tercera parte de un siclo para los gastos de la casa de nuestro Dios, a saber:

    33. para los panes de la proposición, y para el sacrificio perpetuo, y para el holocausto que siempre se ofrece en todos los sábados, en las calendas, y en las fiestas solemnes; para los sacrificios pacíficos y los que se ofrecen por el pecado, a fin de que Dios sea propicio a Israel, y para todo el servicio de la casa de nuestro Dios.

    34. Echamos también suertes entre los sacerdotes y levitas, y el pueblo, sobre la leña que se debía ofrecer, y conducir a costa de las familias de nuestros padres a la casa de nuestro Dios a sus tiempos, de un año para otro, para quemar sobre el altar del Señor Dios nuestro, según está escrito en la ley de Moisés.

    35. Asimismo prometimos traer cada año a la casa del Señor las primicias de nuestra tierra, y las primicias de todos los frutos de cualquier árbol;

    36. como también los primerizos de nuestros hijos y de nuestros ganados, conforme está escrito en la ley, y los primerizos de nuestros bueyes, y de nuestras ovejas, para ofrecer todas estas cosas en la casa de nuestro Dios a los sacerdotes que están ejerciendo sus funciones en el templo de Dios nuestro.

    37. Y que traeríamos a los sacerdotes para el tesoro de la casa de nuestro Dios las primicias de nuestros alimentos, y de nuestros licores, y de las frutas de todo árbol, y de la vendimia, y del aceite; y el diezmo de nuestras tierras a los levitas. Los mismos levitas recibirán en todas las ciudades el diezmo de nuestras labores.

    38. También los sacerdotes hijos de Aarón entrarán con los levitas a la parte de los diezmos de los levitas, pues éstos ofrecerán el diezmo de su diezmo en el templo de nuestro Dios, para ser depositado en las cámaras o almacenes del templo;

    39. puesto que así los hijos de Israel como los levitas han de llevar las primicias del trigo, del vino y del aceite al depósito; donde han de estar los vasos sagrados, y los sacerdotes, y cantores, y porteros, y ministros por su turno; y no descuidaremos nosotros el templo de nuestro Dios.