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miércoles, julio 17, 2024
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    Oseas 13 - Torres Amat

    Destrucción total de Efraín predicha

    1. A las palabras que pronunció Jeroboam, rey de Efraín, se intimidó Israel, y pecó adorando a Baal, con lo cual quedó como un muerto.

    2. Y ahora han añadido pecados a pecados, y han fundido su plata, y formado de ella figuras de ídolos; todo es obra de artífices. A tales adoradores les dicen éstos: Vosotros que adoráis por dioses los becerros, inmoladles víctimas humanas.

    3. Por esto serán ellos como una nube al rayar el día, y como el rocío de la mañana que al instante se desvanece, y como el polvo que arrebata de la era un torbellino, y como el humo que sale de una chimenea.

    4. Mas yo soy el Señor Dios tuyo desde que saliste de la tierra de Egipto; y no has de reconocer a otro Dios fuera de mí; ni hay otro Salvador sino yo.

    5. Yo te reconocí por hijo en el desierto, en una tierra estéril.

    6. Cercanos los israelitas al delicioso país que les di para vivir, se rellenaron y hartaron de bienes; y engreído su corazón, me echaron a mí en olvido.

    7. Mas yo seré para ellos lo que una leona o un leopardo en el camino que va a Asiria.

    8. Saldré a embestirlos, como osa a quien han robado sus cachorros; y despedazaré sus entrañas hasta lo más íntimo del corazón; y allí los devoraré, como lo ejecuta un león, las fieras los destrozarán.

    9. Tu perdición, ¡oh Israel!,viene de ti mismo; y sólo de mí tu socorro.

    10. ¿Dónde está tu rey?; ¿dónde tus jueces? Ahora es la ocasión de que te salven a ti y a tus ciudades; puesto que me dijiste tú: Dame un rey y príncipes que me gobiernen.

    11. En medio de mi indignación te concedí un rey; y en medio de mi enojo te lo quitaré.

    12. He ido reuniendo las iniquidades de Efraín; depositados tengo sus pecados.

    13. Le asaltarán; agudos dolores como de una mujer que está de parto. Es ese pueblo un hijo insensato, y no podrá subsistir ahora en medio del destrozo de sus hijos.

    14. No obstante, yo los libraré del poder de la muerte; de las garras de la misma muerte los redimiré. ¡Oh muerte!, yo he de ser la muerte tuya; seré tu destrucción, ¡oh infierno! No veo cosa que pueda consolarme.

    15. Porque el infierno o sepulcro dividirá unos hermanos de otros. El Señor enviará un viento abrasador que se levantará del desierto, el cual agotará sus manantiales y secará sus fuentes. El rey arrebatará del país todos los más preciosos tesoros.

    16. ¡Oh!, mal haya Samaria por haber exasperado a su Dios, perezcan todos al filo de la espada; sean estrellados contra el suelo sus niños, y abiertos los vientres de sus mujeres preñadas.