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domingo, junio 30, 2024
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    Proverbios 1 - Torres Amat

    Motivo de los proverbios

    1. Parábolas de Salomón , hijo de David, rey de Israel,

    2. para aprender la sabiduría y la disciplina,

    3. entender los consejos prudentes, y recibir la instrucción de la buena doctrina, la justicia, la rectitud y la equidad;

    4. a fin de que los pequeñuelos adquieran sagacidad y discreción, y los mozos saber y entendimiento.

    5. El sabio que escuchare estas parábolas se hará más sabio; y al que las entendiere le servirán de timón.

    6. Atinará su significación y la interpretación de ellas; comprenderá los dichos de los sabios y sus enigmas.

    7. El temor del Señor es el principio de la sabiduría. Los insensatos desprecian la sabiduría y la doctrina.

    Amonestaciones de la Sabiduría

    8. Tú, ¡oh hijo mío!, escucha las correcciones de tu padre, y no deseches las advertencias de tu madre.

    9. Ellas serán para ti como una corona para tu cabeza, y como un collar precioso para tu cuello.

    10. Hijo mío, por más que te halaguen los pecadores, no condesciendas con ellos.

    11. Si te dijeren: Ven con nosotros, pongámonos en acecho para matar al prójimo, armemos por mero antojo ocultos lazos al inocente,

    12. traguémoslo vivo, como traga el sepulcro los cadáveres, y todo entero, como si cayese en una sima;

    13. y encontraremos con su ruina toda suerte de riquezas, y henchiremos de despojos nuestras casas;

    14. une tu suerte con la nuestra, sea una sola la bolsa de todos nosotros;

    15. no sigas, oh hijo mío, sus pasos; guárdate de andar por sus sendas;

    16. porque sus pies corren hacia la maldad, y van apresurados a derramar la sangre inocente.

    17. Mas en vano se tiende la red ante los ojos de los pájaros voladores.

    18. Las asechanzas que arman los impíos, se convierten también a veces contra su propia vida, y sus maquinaciones y engaños sirven para perderse a sí mismos.

    19. Así que el camino o la conducta que siguen todos los avarientos, lleva arrebatadamente sus almas a la perdición.

    20. La sabiduría enseña en público; levanta su voz en medio de las plazas;

    21. se hace oír en los concursos de gente; expone sus útiles documentos en las puertas de la ciudad, y dice a todos los hombres:

    22. ¿Hasta cuándo, a manera de párvulos, habéis de amar las niñerías? ¿Hasta cuándo, necios, apeteceréis las cosas que os son nocivas; e imprudentes, aborrecéis la sabiduría?

    23. Convertíos a la fuerza de mis reprensiones; mirad que os comunicaré mi espíritu y os enseñaré mi doctrina.

    24. Mas ya que estuve yo llamando, y vosotros no respondistéis; os alargué mi mano y ninguno se dio por entendido;

    25. menospreciasteis todos mis consejos, y ningún caso hicisteis de mis reprensiones,

    26. yo también miraré con risa vuestra perdición, y me mofaré de vosotros cuando os sobrevenga lo que temíais.

    27. Cuando de improviso os asalte la calamidad, y la muerte se os arroje encima como un torbellino; cuando os acometa la tribulación y la angustia,

    28. entonces me invocarán los impíos, y no los oiré; madrugarán a buscarme y no me hallarán,

    29. en pena de haber aborrecido la instrucción y abandonado el temor de Dios,

    30. desatendiendo mis consejos, y burlándose de todas mis correcciones.

    31. Comerán, pues, los frutos de su mala conducta, y se saciarán de los productos de sus perversos consejos.

    32. La indocilidad causará a los ignorantes su perdición; y aquella que neciamente creen ser su felicidad, será su ruina.

    33. Mas el que me escuchare, reposará exento de todo temor, y nadará en la abundancia, libre de todo mal.