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miércoles, agosto 21, 2024
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    Salmos 102 - Torres Amat

    Oración de un afligido Oración del que sufre, cuando está angustiado, y delante de Jehová derrama su lamento.

    1. Oración de un miserable, que hallándose atribulado derrama en la presencia del Señor sus plegarias. Escucha, ¡oh Señor!, benignamente mis ruegos; y lleguen hasta ti mis clamores.

    2. No apartes de mí tu rostro, en cualquier ocasión en que me halle atribulado dígnate oírme. Acude luego a mí, siempre que te invocare;

    3. porque como humo han desaparecido mis días, y áridos están mis huesos como leña seca.

    4. Estoy marchito como el heno, árido está mi corazón; pues hasta de comer mi pan me he olvidado.

    5. De puro gritar y gemir me he quedado con sola la piel pegada a los huesos.

    6. Me he vuelto semejante al pelícano, que habita en la soledad; me parezco al búho en su triste albergue.

    7. Paso insomnes las noches, y vivo cual pájaro que está solitario sobre los tejados.

    8. Me hieren todo el día mis enemigos, y aquellos que me alaban se han conjurado contra mí.

    9. Porque el alimento que tomo va mezclado con la ceniza; y mis lágrimas con mi bebida,

    10. a vista de tu ira e indignación, pues me levantaste en alto para estrellarme.

    11. Como sombra han pasado mis días y me he secado como el heno.

    12. Pero tú, Señor, permaneces para siempre, y tu memoria pasará de generación en generación.

    13. Tú te levantarás, y tendrás lástima de Sión; porque tiempo es el de apiadarte de ella, llegó ya el plazo.

    14. Y porque hasta sus mismas ruinas son amadas de tus siervos, y miran éstos con afición aun al polvo de aquella tierra.

    15. Entonces, ¡oh Señor!, las naciones temerán tu santo Nombre, y todos los reyes de la tierra respetarán tu gloria.

    16. Porque el Señor reedificará a Sión, en donde se dejará ver con toda majestad.

    17. El escuchó la oración de los humildes, y no despreció sus plegarias.

    18. Que se escriban estas cosas para la generación venidera; y el pueblo que será creado glorificará al Señor.

    19. Porque desde su excelso santuario inclinó los ojos hacia nosotros. Se puso el Señor desde el cielo a mirar la tierra,

    20. para escuchar los gemidos de los que estaban entre cadenas, para libertar a los sentenciados a muerte,

    21. a fin de que prediquen en Sión el Nombre del Señor y sus alabanzas en Jerusalén .

    22. Entonces los pueblos y reyes se reunirán para servir juntos al Señor.

    23. Dijo el justo en medio de su florida edad: Manifiéstame ¡oh Señor!, el corto número de mis días.

    24. No me llames a la mitad de mi vida. Eternos son tus años.

    25. ¡Oh Señor!, tú eres el que al principio creaste la tierra; los cielos obra son de tus manos.

    26. Estos perecerán; pero tú eres inmutable. Vendrán a gastarse como un vestido. Y los mudarás como quien muda una capa, y mudados quedarán.

    27. Mas tú eres siempre el mismo, y tus años no tendrán fin.

    28. Los hijos de tus siervos habitarán tranquilos en Jerusalén , y su descendencia quedará arraigada por los siglos de los siglos.