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jueves, julio 18, 2024
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    Salmos 4 - Torres Amat

    Oración vespertina de confianza en Dios Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de David.

    1. Así que lo invoqué, me oyó Dios, que es mi justicia; tú, ¡oh Dios mío!, en mi angustia me ensanchaste el corazón. Apiádate aún de mí, y presta oídos a mi oración.

    2. ¡Oh, hijos de los hombres!, ¿hasta cuándo seréis de estúpido corazón?; ¿por qué amáis la vanidad y vais en pos de la mentira?

    3. Sabed, pues, que es el Señor quien ha hecho admirable su Santo: el Señor me oirá siempre que clamare a él.

    4. Enojaos, y no queráis pecar más; compungíos en el retiro de vuestros lechos de las cosas que andáis meditando en vuestros corazones.

    5. Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en el Señor. Dicen muchos: ¿Quién nos hará ver los bienes que se nos prometen?

    6. Impresa está, Señor, sobre nosotros la luz de tu rostro: tú has infundido la alegría en mi corazón.

    7. Ellos están bien abastecidos y alegres con la abundancia de su trigo, vino y aceite.

    8. Mas yo, Dios mío, dormiré en paz, y descansaré en tus promesas: Porque tú, ¡Oh Señor!, sólo tú has asegurado mi esperanza.