28.3 C
Miami
sábado, agosto 24, 2024
Más


    Salmos 49 - Traducción en Lenguaje Actual

    La insensatez de confiar en las riquezas Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.

    1. ¡Escúchenme ustedes, pueblos que habitan este mundo! Y ustedes, gente pobre y humilde; y ustedes, gente rica y poderosa, ¡préstenme atención!

    2.

    3. No sólo voy a hablarles como habla la gente sabia, sino que expresaré mis ideas con la mayor inteligencia.

    4. Voy a decirles una adivinanza, y mientras toco el arpa les diré de qué se trata.

    5. ¿Por qué voy a tener miedo cuando lleguen los problemas? ¿Por qué voy a tener miedo cuando me ataquen mis enemigos?

    6. ¡No tengo por qué temerles a esos ricos orgullosos que confían en sus riquezas!

    7. Ninguno de ellos es capaz de salvar a otros; ninguno de ellos tiene comprada la vida.

    8. La vida tiene un precio muy alto: ¡ningún dinero la puede comprar!

    9. No hay quien viva para siempre y nunca llegue a morir.

    10. Mueren los sabios, y mueren los necios. ¡Eso no es nada nuevo! Al fin de cuentas, sus riquezas pasan a otras manos.

    11. Podrán haber tenido tierras, y haberlas puesto a su nombre, pero su hogar permanente será tan sólo la tumba; ¡de allí no saldrán jamás!

    12. Puede alguien ser muy rico, y no vivir para siempre; al fin le espera la muerte como a cualquier animal.

    13. Esto es lo que les espera a quienes confían en sí mismos; en esto acaban los orgullosos.

    14. Su destino final es el sepulcro; la muerte los va llevando como guía el pastor a sus ovejas. En cuanto bajen a la tumba, abandonarán sus antiguos dominios. El día de mañana los justos abrirán sus tumbas y esparcirán sus huesos.

    15. ¡Pero a mí, Dios me librará del poder de la muerte, y me llevará a vivir con él!

    16. Tú no te fijes en los que se hacen ricos y llenan su casa con lujos,

    17. pues cuando se mueran no van a llevarse nada.

    18. Mientras estén con vida, tal vez se sientan contentos y haya quien los felicite por tener tanto dinero;

    19. pero al fin de cuentas no volverán a ver la luz; morirán como murieron sus padres.

    20. Puede alguien ser muy rico, y jamás imaginarse que al fin le espera la muerte como a cualquier animal.