30.7 C
Miami
miércoles, julio 17, 2024
Más


    Lamentaciones 5 - Reina Valera Contemporanea

    Oración del pueblo afligido

    1. Señor, recuerda lo que nos ha sucedido; ¡míranos, y toma en cuenta nuestro oprobio!

    2. Nuestra heredad ha pasado a manos ajenas; nuestras casas son ahora de gente extraña.

    3. Nos hemos quedado huérfanos, sin padre; nuestras madres se han quedado como viudas.

    4. Pagamos por el agua que bebemos, y hasta la leña tenemos que comprarla.

    5. Estamos sujetos a la persecución; nos fatigamos, no tenemos reposo.

    6. Suplicantes extendimos la mano a los egipcios, y a los asirios les rogamos saciarnos de pan.

    7. Nuestros padres pecaron, y murieron, ¡pero a nosotros nos tocó llevar el castigo!

    8. Ahora los esclavos son nuestros señores, y no hay quien nos libre de sus manos.

    9. Desafiando a los guerreros del desierto, arriesgamos la vida para obtener nuestro pan.

    10. El hambre nos hace arder en fiebre; ¡tenemos la piel requemada como un horno!

    11. En Sión violaron a nuestras mujeres; ¡en las ciudades de Judá violaron a nuestras doncellas!

    12. A los príncipes los colgaron de las manos; ¡no mostraron ningún respeto por los viejos!

    13. A nuestros mejores hombres los obligaron a moler; ¡a nuestros niños los agobiaron bajo el peso de la leña!

    14. Ya no se ven ancianos sentados a la puerta; los jóvenes dejaron de cantar.

    15. Para nuestro corazón terminó la alegría; nuestras danzas se volvieron cantos de dolor.

    16. Se nos cayó de la cabeza la corona; ¡Pobres de nosotros! ¡Somos pecadores!

    17. Por eso tenemos triste el corazón; por eso los ojos se nos han nublado.

    18. Tan asolado está el monte de Sión que por él merodean las zorras.

    19. Pero tú, Señor, eres el rey eterno; ¡tu trono permanecerá por toda la eternidad!

    20. ¿Por qué te has olvidado de nosotros? ¿Por qué nos has abandonado tanto tiempo?

    21. ¡Restáuranos, Señor, y nos volveremos a ti! ¡Haz de nuestra vida un nuevo comienzo!

    22. Lo cierto es que nos has desechado; ¡muy grande ha sido tu enojo contra nosotros!