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    Ezequiel 21 - Versión Israelita Nazarena 2011

    La espada afilada de Jehová

    1. (6) Entonces me llegó la palabra de Yahweh, diciendo:

    2. (7) “Hijo de hombre, pon tu rostro hacia Yerushalem; predica contra los santuarios y profetiza contra la tierra de Yisrael.

    3. (8) Dile a la tierra de Yisrael que así ha dicho Yahweh: ‘Yo estoy contra ti; sacaré mi espada de su vaina y eliminaré de ti al justo y al impío.

    4. (9) Por cuanto voy a eliminar de ti al justo y al impío, por eso mi espada saldrá de su vaina contra todo mortal, desde el Néguev hasta el norte.

    5. (10) Y sabrá todo mortal que yo, Yahweh, he sacado mi espada de su vaina; no volverá a ella.

    6. (11) Y tú, hijo de hombre, gime con quebrantamiento de corazón; gime con amargura ante sus ojos.

    7. (12) Y cuando te digan: ‘¿Por qué gimes?’, diles: ‘Por la noticia que viene, porque todo corazón desfallecerá y todas las manos se debilitarán. Todo espíritu desmayará, y todas las rodillas se escurrirán como agua. ¡Por ahí viene, y va a suceder!’”, dice Adonay Yahweh.

    8. (13) Entonces me llegó la palabra de Yahweh, diciendo:

    9. (14) “Hijo de hombre, profetiza y di que así ha dicho Adonay: “¡La espada, la espada está afilada y pulida también!

    10. (15) Está afilada para realizar una matanza, pulida para que tenga brillo. ¿Vamos a alegrarnos cuando el cetro de mi hijo menosprecia todo consejo?

    11. (16) El la entregó para que la pulieran y para tomarla en la mano. Ha afilado la espada; la ha pulido para entregarla en manos del verdugo’.

    12. (17) Grita y gime, hijo de hombre, porque ella está contra mi pueblo; ella está contra todos los gobernantes de Yisrael. Ellos, juntamente con mi pueblo, son arrojados a la espada; por tanto, golpea tu muslo [de tristeza].

    13. (18) Considera: ¿Cómo no sucederá, viendo que [la espada] aún desprecia al cetro? dice Adonay Yahweh.

    14. (19) Además, hijo de hombre, profetiza, golpeando mano contra mano: la espada golpeará por segunda vez y por tercera vez. Esta es la espada de la masacre; la espada de la gran carnicería, que los traspasará,

    15. (20) para que se derrita su corazón y se multipliquen los caídos. En todas las puertas de ellos he puesto el degüello a espada. ¡Ay! Está hecha para resplandecer, y pulida para degollar.

    16. (21) Agúzate; dirígete a la derecha; ponte a la izquierda; pon tu rostro hacia donde están dirigidos tus filos.

    17. (22) Yo también golpearé mano contra mano y haré que se asiente mi ira. Yo, Yahweh, he hablado”.

    18. (23) Entonces me llegó la palabra de Yahweh, diciendo:

    19. (24) “Tú, hijo de hombre, traza dos caminos por donde pueda ir la espada del rey de Bavel. Ambos caminos han de salir de la misma tierra. Pon al comienzo de cada camino una señal que conduzca a la ciudad.

    20. (25) Señala el camino por donde vaya la espada contra Rabá de los hijos de Amón, y contra Yahudah y la fortificada Yerushalem.

    21. (26) Porque el rey de Bavel se ha detenido en la encrucijada, al comienzo de los dos caminos, para tomar consejo de adivinación. Ha sacudido las flechas, ha consultado por medio de los ídolos domésticos y ha observado el hígado.

    22. (27) La adivinación señala a la derecha, a Yerushalem, para poner arietes, para abrir la boca con griterío, para levantar la voz con grito de guerra, para poner arietes contra las puertas y para levantar terraplenes y construir muros de asedio.

    23. (28) Sin embargo, a sus ojos eso parecerá una adivinación mentirosa, por estar aliados con ellos bajo juramento. Pero él traerá a la memoria la ofensa, a fin de prenderlos.

    24. (29) Por tanto, así ha dicho Adonay Yahweh: ‘Serán atrapados en sus manos, porque han hecho recordar sus ofensas, poniendo al descubierto sus transgresiones, quedando a la vista sus pecados en todas sus obras. Porque han sido traídos a la memoria, serán apresados por su mano’.

    25. (30) Y tú, deshonrado y malvado gobernante de Yisrael, cuyo día ha llegado con el tiempo del castigo final,

    26. (31) así ha dicho Adonay Yahweh: ‘¡Despójate del turbante y quítate la corona! ¡Esto no será más así! Hay que enaltecer al humilde y humillar al altivo’.

    27. (32) ¡En ruinas, en ruinas, en ruinas la convertiré, y no existirá más, hasta que venga aquel a quien le pertenece el derecho; y a él se lo entregaré!

    Juicio contra los amonitas

    28. (33) Y tú, hijo de hombre, profetiza y di que así ha dicho Adonay Yahweh acerca de los hijos de Amón y de sus insultos. Dirás: ‘¡La espada, la espada está desenvainada para la matanza, pulida para exterminar y para brillar!

    29. (34) Porque cuando te profetizan, es vanidad; cuando adivinan, es mentira; para ponerte junto con los cuellos de los más pervertidos de los pecadores, cuyo día ha llegado con el tiempo del castigo final.

    30. (35) ¡Vuélvela a su vaina! En el lugar donde fuiste creado, en tu tierra de origen, allí te juzgaré.

    31. (36) Derramaré sobre ti mi indignación, soplaré el fuego de mi ira contra ti y te entregaré en manos de hombres brutales, artífices de destrucción.

    32. (37) Serás combustible para el fuego; tu sangre quedará en medio de la tierra. No habrá más memoria de ti, porque yo, Yahweh, he hablado’.”