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    Isaías 5 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Parábola de la viña

    1. Quiero cantar por mi amado una canción de amor acerca de su viña. Mi amado tenía una viña en una fértil colina.

    2. La aró, la despedregó, y la sembró de vides selectas. Edificó en ella una torre, y hasta labró un lagar; porque esperaba que diese uvas buenas, pero dio uvas silvestres.

    3. “Ahora pues, habitantes de Yerushalem y hombres de Yahudah, sean ustedes los jueces entre mí y mi viña:

    4. ¿Qué más se podía haber hecho por mi viña que yo no haya hecho en ella? ¿Por qué, cuando yo esperaba que diese uvas buenas, dio uvas silvestres?

    5. Ahora les voy a decir lo que le haré a mi viña: Le quitaré la verja, para que la despojen; romperé su cercado, para que la pisoteen.

    6. Y la convertiré en una desolación; no la podarán ni la cultivarán, y le crecerán espinos y cardos; y ordenaré a las nubes que no derramen lluvia sobre ella”.

    7. Porque la viña de Yahweh de los Ejércitos es la casa de Yisrael, el semillero que atendió con amor son los hombres de Yahudah. Y él esperaba justicia, pero sólo vio injusticia; esperaba equidad, pero sólo vio maldad.

    Ayes sobre los malvados

    8. ¡Ay de los que añaden casa a casa y juntan campo con campo, hasta que ya no queda espacio para nadie más que para ustedes en el país!

    9. En mis oídos [dijo] Yahweh de los Ejércitos: “Ciertamente, grandes casas quedarán desoladas; casas espaciosas y espléndidas quedarán sin ocupantes.

    10. Porque diez cuerdas de viña producirán tan sólo un bato, 22 litros y un campo sembrado con un homer 220 litros de semilla producirá tan sólo un efá”. 22 litros

    11. ¡Ay de los que van tras el licor desde temprano en la mañana, y hasta tarde en la noche se inflaman por el vino!

    12. Los que en sus banquetes tienen arpas, liras, tamboriles, flautas y vino; pero que nunca consideran el plan de Yahweh, ni toman nota de lo que está diseñando.

    13. Ciertamente, mi pueblo sufrirá el exilio por no hacer caso, sus multitudes víctimas del hambre y sus masas transidas de la sed.

    14. Ciertamente, la Fosa abrió bien su garganta y abrió su boca sin medida; y en ella caerá ese esplendor y ese tumulto, ese bullicio y esa diversión.

    15. El hombre se ha postrado, y el mortal se ha rebajado; se ha rebajado el orgullo de los altivos.

    16. Y Yahweh de los Ejércitos queda enaltecido por el juicio; al haÊl santo se le reconoce como santo por su retribución.

    17. Entonces los corderos pastarán como en su pastizal, y los extranjeros comerán entre las ruinas de los ricos.

    18. ¡Ay de los que arrastran el pecado con cuerdas de falsedad, y la maldad como con coyundas de carreta!

    19. Ellos dicen: “Que se dé prisa; que avance a hacer su obra, para que la veamos; que los planes del Santo de Yisrael se cumplan rápidamente, para que le hagamos caso”.

    20. ¡Ay de los que a lo malo llaman bueno; y a lo bueno, malo! Que presentan las tinieblas como luz, y la luz como tinieblas; que presentan lo amargo como dulce, y lo dulce como amargo.

    21. ¡Ay de los que son sabios –en su propia opinión; de los que son prudentes –en su propio juicio.

    22. ¡Ay de los que son tan valientes para beber vino, y tan fuertes para mezclar licor;

    23. y de los que vindican al culpable a cambio de soborno, y le niegan la vindicación al que tiene la razón!

    24. Ciertamente, como la paja se consume en una lengua de fuego y el rastrojo se doblega cuando arde, así la raíz de ellos será como algo podrido, y su flor se desvanecerá como el polvo. Porque han rechazado la Torah de Yahweh de los Ejércitos, han despreciado la palabra del Santo de Yisrael.

    25. Por eso fue que se encendió el furor de Yahweh contra su pueblo; y extendió contra él su mano y lo golpeó, de modo que los montes se estremecieron, y sus cadáveres quedan como basura en las calles. Sin embargo no ha cesado su furor, y su brazo todavía está extendido.

    26. Él le alzará una bandera a una nación lejana; le silbará a una que está en los confines de la tierra, !y vendrá rápida y veloz!

    27. En sus filas, nadie se cansa ni tropieza; nunca duermen ni se adormecen; a ninguno se le afloja el cinturón de su cintura, ni se le rompe la correa de sus sandalias.

    28. Sus flechas están afiladas, y todos sus arcos preparados. Los cascos de sus caballos son como de pedernal, y las ruedas de sus carros como torbellino.

    29. Su rugido es como de león; ruge como las grandes bestias, cuando gruñe y arrebata una presa, se la lleva sin que nadie la libre.

    30. Pero en ese día, resonará un rugido sobre él como el del mar; y entonces mirará hacia abajo, y verá tinieblas de tribulación, con luz; oscuridad, en bajos nubarrones que bajan.