Isaías 64 - Versión Israelita Nazarena 2011

1. (1) Oh, si desgarraras los cielos y descendieras, para que ante tu presencia tiemblen los montes

2. (1) –como cuando el fuego abrasa el matorral, o como cuando el fuego hace hervir el agua– para dar a conocer tu nombre a tus adversarios de modo que las naciones se estremezcan ante tu presencia.

3. (2) Cuando hiciste maravillas que no nos atrevíamos esperar, bajaste y delante de ti temblaron los montes.

4. (3) Tales cosas nunca se habían oído ni se habían notado. Ningún ojo [las] ha visto, oh Elohim, sino solo tú, que actúas a favor de los que confían en ti.

5. (4) Sin embargo has golpeado al que alegremente haría justicia, y se acordaría de ti en tus caminos. Porque tú estás enojado es que hemos pecado; en esta situación hemos estado desde antaño, ¿y podremos ser salvos?

6. (5) Todos nosotros hemos venido a ser como algo inmundo, y todas nuestras justicias como trapo impuro. Todos nos estamos marchitando como hojas, y nuestras iniquidades nos llevan como el viento.

7. (6) No hay quien invoque tu nombre ni se levante para aferrarse a ti. Porque escondiste tu rostro de nosotros, y nos derretiste por nuestras iniquidades.

8. (7) Pero ahora, oh Yahweh, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú eres el Alfarero; todos nosotros somos la obra de tus manos.

9. (8) No te enojes implacablemente, oh Yahweh, ni recuerdes para siempre la iniquidad. Por favor, mira a tu pueblo, a todos nosotros.

10. (9) Tus santas ciudades se han vuelto un desierto: Tsiyón ha llegado a ser un desierto, Yerushalem una desolación.

11. (10) Nuestro santo Templo, nuestro orgullo, donde te alabaron nuestros padres, ha sido consumido por el fuego: y todas nuestras cosas más estimadas están arruinadas.

12. (11) Ante tales cosas, ¿vas a contenerte, oh Yahweh? ¿Te vas a quedar tranquilo y a dejarnos sufrir tanto?