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    Josué 6 - Versión Israelita Nazarena 2011

    La toma de Jericó

    1. Ahora bien, Yerijó estaba bien cerrada a causa de los yisraelitas; nadie podía salir ni entrar.

    2. Yahweh le dijo a Yahoshúa: “Mira, voy a entregar a Yerijó y a su rey [y a sus] guerreros en tus manos.

    3. Que todas tus tropas marchen alrededor de la ciudad y completen un circuito de la ciudad. Haz esto por seis días,

    4. con siete sacerdotes que lleven siete cuernos de carnero precediendo el Arca. En el séptimo día marchen alrededor de la ciudad siete veces, con los sacerdotes tocando los cuernos.

    5. Y cuando se suene un toque largo del cuerno tan pronto oigan ustedes ese toque del cuerno todo el pueblo soltará un grito fuerte. Enseguida la muralla se desplomará, y el pueblo avanzará, cada hombre directamente”.

    6. Yahoshúa hijo de Nun convocó a los sacerdotes y les dijo: “Tomen el Arca de la Alianza, y que siete sacerdotes con siete cuernos de carnero precedan el arca de Yahweh”.

    7. Y al pueblo le dijo: “Pasen adelante, marchen alrededor de la ciudad, con la vanguardia marchando al frente del Arca de Yahweh”.

    8. Después que Yahoshúa instruyó al pueblo, los siete sacerdotes que llevaban los siete cuernos de carnero avanzaron al frente de Yahweh, tocando los cuernos; y el Arca de la Alianza de Yahweh los seguía.

    9. La vanguardia marchaba al frente de los sacerdotes que iban tocando los cuernos, y la retaguardia marchaba detrás del Arca, con las trompetas sonando todo el tiempo.

    10. Pero las órdenes de Yahoshúa al resto del pueblo fueron: “No griten, que no se oigan sus voces, y que no salga ningún sonido de sus labios hasta el momento en que les mande a gritar. Entonces gritarán.

    11. Así que hizo que el Arca de Yahweh rodeara la ciudad y completara un circuito; luego regresaron al campamento y pasaron la noche en el campamento.

    12. Yahoshúa se levantó temprano al día siguiente; y los sacerdotes tomaron el Arca de Yahweh,

    13. mientras los siete sacerdotes que llevaban los siete cuernos de carnero marchaban al frente del Arca de Yahweh, tocando los cuernos mientras marchaban. La vanguardia marchaba al frente de ellos, y la retaguardia marchaba detrás del Arca de Yahweh, con los cuernos sonando todo el tiempo.

    14. Y así marcharon alrededor de la ciudad una vez en el segundo día y regresaron al campamento. Hicieron esto por seis días.

    15. Al séptimo día madrugaron, al amanecer, y marcharon alrededor de la ciudad, de la misma manera, siete veces; ese fue el único día que marcharon alrededor de la ciudad siete veces.

    16. A la séptima vuelta, mientras los sacerdotes tocaban los cuernos, Yahoshúa le ordenó al pueblo: “Griten, que Yahweh les ha entregado la ciudad.

    17. La ciudad con todo lo que hay en ella debe ser proscrita para Yahweh; solamente a Rajav la ramera hay que perdonar, y a todos los que estén con ella en su casa, porque ella escondió a los mensajeros que enviamos.

    18. Pero tienen que cuidarse de aquello que esté proscrito: si cogen algo de lo que está proscrito, harán que el campamento de Yisrael quede proscrito; traerán calamidad sobre él.

    19. Toda la plata y el oro y los objetos de cobre y de hierro están consagrados a Yahweh; deben ir al tesoro de Yahweh”.

    20. De modo que el pueblo gritó cuando se sonaron los cuernos. Cuando el pueblo oyó el sonido de los cuernos, todos soltaron un fuerte grito y la muralla se desplomó. El pueblo se apresuró a entrar en la ciudad, cada hombre directamente hacia el frente, y capturaron la ciudad.

    21. Exterminaron todo lo que había en la ciudad con la espada: hombre, mujer, joven y viejo, buey y oveja y asno.

    22. Pero Yahoshúa les encargó a los dos hombres que habían espiado la tierra: “Vayan a la casa de la ramera y saquen a la mujer con todo lo que le pertenezca, como le juraron”.

    23. Así que los jóvenes espías entraron y sacaron a Rajav, a su padre y a su madre, a sus hermanos y todo lo que le pertenecía a ella sacaron a toda la familia y los dejaron afuera del campamento de Yisrael.

    24. Quemaron la ciudad con todo lo que había en ella. Pero la plata y el oro y los objetos de cobre y de hierro los depositaron en el tesoro de la Casa de Yahweh.

    25. Solamente Rajav la ramera y la familia de su padre fueron perdonados por Yahoshúa, junto con todo lo que le pertenecía a ella, y ella habitó entre los yisraelitas como es todavía el caso. Porque ella había escondido a los mensajeros que Yahoshúa envió a espiar a Yerijó.

    26. En aquel tiempo Yahoshúa pronunció este juramento: “Maldito de Yahweh sea el hombre que se ponga a fortificar esta ciudad de Yerijó: echará sus fundamentos al costo de su primogénito, y montará sus puertas al costo de su hijo menor”.

    27. Yahweh estaba con Yahoshúa, y su fama se esparció por todo el país.