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domingo, agosto 18, 2024
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    Mateo 11 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Los mensajeros de Juan el Bautista

    1. Cuando Yahoshúa acabó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y a proclamar en las ciudades de ellos.

    2. Cuando Yojanán oyó en la cárcel* sobre los hechos del Mashíaj, por medio de sus discípulos

    3. mandó a preguntarle: “¿Eres tú aquel que ha de venir, o esperaremos a otro?”

    4. En respuesta Yahoshúa les dijo: “Vayan y háganle saber a Yojanán las cosas que oyen y ven:

    5. Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia.

    6. Feliz el que no se ofenda conmigo”.

    7. Mientras ellos se iban, Yahoshúa comenzó a hablar de Yojanán a las multitudes: “¿Qué salieron ustedes a ver en el desierto? ¿Una vara sacudida por el viento?

    8. Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido de ropa delicada? ¡Los que se visten con ropa delicada están en los palacios de los reyes!

    9. Entonces, ¿qué salieron a ver? ¿Un profeta? ¡Sí, les digo, y más que profeta!

    10. Este es aquel de quien está escrito: Yo envío mi mensajero delante de tu presencia, quien preparará tu camino delante de ti.

    11. En verdad les digo que no se ha levantado entre los nacidos de mujer ningún otro mayor que Yojanán el Inmersor. Sin embargo, el más pequeño en el reino del Cielo es mayor que él.

    12. Desde los días de Yojanán el Inmersor hasta ahora, el reino del Cielo se alcanza a la fuerza, y los esforzados lo arrebatan.

    13. Porque todos los Profetas y la Torah fueron profecía hasta Yojanán.

    14. Y si lo quieren recibir, él es el Eliyah que había de venir.

    15. El que tiene oídos, que oiga.

    16. “Pero, ¿con qué compararé esta generación? Es como los muchachos que se sientan en las plazas y dan voces a sus compañeros,

    17. diciendo: ‘Les tocamos la flauta, y no bailaron; entonamos canciones de duelo y no lamentaron’.

    18. Porque vino Yojanán, que no comía ni bebía, y dicen: ‘Tiene demonio’.

    19. Pero vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: ‘Ahí tienen un hombre comelón y bebedor de vino, amigo de publicanos y de pecadores’. Pero la sabiduría se justifica por sus hechos”.

    Ayes sobre las ciudades impenitentes

    20. Entonces comenzó a reprender a las ciudades en las cuales se realizaron muchos de sus hechos portentosos, porque no se habían arrepentido:

    21. “¡Ay de ti, Korazín! ¡Ay de ti, Bet-Tsaidah! Porque si se hubieran realizado en Tsor y en Tsidón los hechos portentosos que se realizaron en ustedes, ya hace tiempo se habrían arrepentido en luto y ceniza.

    22. Pero les digo que en el día del juicio el castigo para Tsor y Tsidón será más tolerable que para ustedes.

    23. “Y tú, Kefar Najum, ¿te exaltarán hasta el cielo? ¡Hasta la Fosa te hundirán! Porque si entre los de Sedom se hubieran realizado los hechos portentosos que se realizaron en ti, habrían permanecido hasta hoy.

    24. Pero les digo que en el día del juicio el castigo será más tolerable para la tierra de Sedom, que para ti”.

    Venid a mí y descansad

    25. En aquel tiempo Yahoshúa oró y dijo: “Te alabo,* oh Padre, Soberano del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos, y las has revelado a los niños.

    26. Sí, Padre, porque así te agradó.

    27. “Todas las cosas me las ha entregado mi Padre. Nadie conoce bien al Hijo, sino el Padre. Nadie conoce bien al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.

    28. “Vengan a mí, todos los que están agobiados y cargados, y yo los haré descansar.

    29. Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallarán descanso para sus vidas.

    30. Porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”.