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sábado, agosto 17, 2024
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    Mateo 5 - Versión Israelita Nazarena 2011

    El Sermón del monte: Las bienaventuranzas

    1. Al ver la multitud, subió al monte; y cuando se sentó, se le acercaron sus discípulos.

    2. Él tomó la palabra y se puso a enseñarles, diciendo:

    3. “Felices los que tienen espíritu de pobres, porque de ellos es el reino del Cielo.

    4. “Felices los que lloran, porque ellos recibirán consuelo.

    5. “Felices los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.

    6. “Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

    7. “Felices los misericordiosos, porque ellos recibirán misericordia.

    8. “Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Elohim.

    9. “Felices los que practican la paz, porque a ellos los llamarán hijos de Elohim.

    10. “Felices los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino del Cielo.

    11. “Felices ustedes cuando los insulten y los persigan, y digan toda clase de mal contra ustedes por mi causa, mintiendo.

    12. Gócense y alégrense, porque su recompensa es grande en el cielo; pues así persiguieron a los profetas que vinieron antes de ustedes.

    La sal de la tierra

    13. “Ustedes son la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se salará? No sirve ya para nada, sino para tirarla fuera y que la pisotee la gente.

    La luz del mundo

    14. “Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede esconder.

    15. No se enciende una lámpara para ponerla debajo de un cajón, sino sobre el candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa.

    16. Así debe alumbrar la luz de ustedes delante de la gente, para que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en el cielo.

    Jesús y la ley

    17. “No piensen que yo vine para anular la Torah o los Profetas. No he venido a anular, sino a cumplir.

    18. En verdad les digo que mientras no pasen el cielo y la tierra, ni siquiera una yodni una tilde pasará de la Torah hasta que todo se haya cumplido.

    19. “Por lo tanto, a cualquiera que quebrante el más pequeño de estos mandamientos y así lo enseñe a la gente, se le considerará el más pequeño en el reino del Cielo. Pero a cualquiera que los cumpla y los enseñe, a éste lo considerarán grande en el reino del Cielo.

    20. Porque les digo que si su justicia no sobrepasa la de los escribas y los fariseos, jamás entrarán en el reino del Cielo.

    Jesús y la ira

    21. “Ustedes oyeron que se les dijo a los antiguos: No asesinarás; y cualquiera que asesine será culpable en el juicio.

    22. Pero yo les digo que todo el que se encolerice con su hermano será culpable en el juicio. Cualquiera que le llame ‘estúpido’ a su hermano será culpable ante el Sanhedrín; y cualquiera que lo llame ‘maldito’ se expondrá al fuego del Crematorio.*

    23. “De modo que si llevas tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,

    24. deja tu ofrenda allí delante del altar, y ve a reconciliarte primero con tu hermano, y después vuelve y presenta tu ofrenda.

    25. “Reconcíliate pronto con tu adversario mientras vas con él por el camino; no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel.

    26. En verdad te digo que jamás saldrás de allí hasta que pagues la última moneda.

    Jesús y el adulterio

    27. “Ustedes oyeron que se dijo: No adulterarás.

    28. Pero yo les digo que todo el que mira a una mujer para desearla ya cometió adulterio con ella en su corazón.

    29. Por tanto, si tu ojo derecho te pone en peligro de caer, sácalo y échalo de ti. Porque te conviene más que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo vaya a parar al Crematorio.

    30. Y si tu mano derecha te pone en peligro de caer, córtala y échala de ti. Porque te convienen más que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo vaya a parar al Crematorio.

    Jesús y el divorcio

    31. “También se dijo: Cualquiera que se divorcie de su mujer, déle un certificado de divorcio.

    32. Pero yo les digo que todo el que se divorcia de su esposa, a no ser por causa de fornicación, la expone a cometer adulterio; pues el que se case con la divorciada comete adulterio.

    Jesús y los juramentos

    33. “También oyeron que se les dijo a los antiguos: No jurarás falsamente; sino que cumplirás a Yahweh tus juramentos.

    34. Pero yo les digo que no juren de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Yahweh;

    35. ni por la tierra, porque es la tarima de sus pies; ni por Yerushaláyim, porque es la ciudad del Gran Rey.

    36. No debes jurar ni por tu cabeza, porque no puedes hacer que se vuelva blanco ni negro un solo cabello.

    37. Que su hablar sea ‘sí’ o ‘no’. Pues lo que va más allá de esto, procede del mal.

    El amor hacia los enemigos

    38. “Ustedes oyeron que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente”.

    39. Pero yo les digo: No le hagan resistencia al malo; al contrario, a cualquiera que te golpee en la mejilla derecha, preséntale también la otra.

    40. Y al que quiera llevarte a juicio y quitarte la túnica, déjale también el manto.

    41. A cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, vé con él dos.

    42. Al que te pida, dale; y al que quiera pedirte prestado, no se lo niegues.

    43. “Ustedes oyeron que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.

    44. Pero yo les digo: Amen a sus enemigos, y oren por los que los persiguen;

    45. para que sean hijos de su Padre que está en el cielo; porque él hace salir su sol sobre malos y buenos, y hace llover sobre justos e injustos.

    46. Porque si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa tienen? ¿No hacen lo mismo también los publicanos?

    47. Y si saludan solamente a sus hermanos, ¿qué hacen demás? ¿No hacen eso mismo los gentiles?

    48. Así que sean ustedes cabales, como su Padre celestial es cabal.