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    Nehemías 5 - Versión Israelita Nazarena 2011

    Abolición de la usura

    1. Hubo un gran clamor del pueblo y de sus mujeres contra sus hermanos yahuditas.

    2. Unos decían: “Nuestros hijos y nuestras hijas son muchos; necesitamos conseguir grano para comer y vivir”.

    3. Otros decían: “Tenemos que empeñar nuestras tierras, nuestras viñas y nuestras casas para comprar grano y no pasar hambre.

    4. Y otros decían: “Hemos tomado prestado dinero contra nuestras tierras y viñas para pagar el tributo del rey”.

    5. Ahora, nosotros somos tan buenos como nuestros hermanos y nuestros hijos tan buenos como los de ellos; sin embargo, estamos sometiendo a nuestros hijos y a nuestras hijas a la esclavitud –algunas de nuestras hijas han sido ya sometidas– y no tenemos posibilidades, porque nuestras tierras y viñas están en poder de otros”.

    6. Yo me enojé muchísimo cuando escuché su clamor y estas quejas.

    7. Después de meditar el asunto cuidadosamente, censuré a los nobles y a los prefectos, diciéndoles: “¿Ustedes están cobrando los préstamos que les hicieron a sus hermanos?” Luego congregué contra ellos una gran asamblea,

    8. y les dije: “Nosotros hemos hecho todo lo posible por rescatar a nuestros hermanos yahu-ditas que habían sido vendidos a los gentiles; ¡ahora ustedes van a vender a sus hermanos, para que tengamos que comprarlos otra vez! Ellos se quedaron callados, pues no encontraron qué responder.

    9. Y yo continué: “Lo que ustedes están haciendo no está bien. Ustedes deben actuar con respeto a nuestro Elohim, para no darles a nuestros enemigos de las naciones motivos para que nos reprochen.

    10. También yo, mis hermanos y mis criados tenemos reclamos de dinero y grano contra ellos. ¡Abandonemos ahora esos reclamos!

    11. Devuélvanles enseguida sus tierras, sus viñas, sus olivares y sus casas, y [abandonen] los reclamos que les están haciendo por las cien piezas de plata, por el grano, por el vino y por el aceite.

    12. Ellos respondieron: “Se lo devolveremos y nada les exigiremos; haremos como tú dices”. Convoqué a los sacerdotes y les hice jurar que cumplirían esa promesa.

    13. Además, sacudí mi ropa y dije: “Así sacuda ha'Elohim de su casa y de su propiedad a todo hombre que no cumpla esta promesa, y que se quede sacudido y vacío”. Y toda la congregación respondió: “¡Amén!” y alabaron a Yahweh. El pueblo cumplió su promesa.

    14. Además, desde el día en que el rey me comisionó para que fuera gobernador de ellos en la tierra de Yahudah –desde el año veinte del rey Artajshasta hasta el año treinta y dos, doce años en total– ni yo ni mis compañeros comimos del pan del gobernador.

    15. Los gobernadores que me precedieron pusieron una pesada carga sobre el pueblo, y tomaron de ellos cuarenta shékels de plata, después del pan y el vino. También sus criados tiranizaban al pueblo. Pero yo no hice así por respeto a Elohim.

    16. También apoyé la obra de restauración de esta muralla; no compramos tierras, y todos mis criados estaban juntos allí en la obra.

    17. Además, participaban de mi mesa, entre yahuditas y prefectos, ciento cincuenta hombres en total, aparte de los que venían a nosotros de las naciones circunvecinas;

    18. y aunque lo que se preparaba para cada día era un toro y seis ovejas escogidas, y aves, todas preparadas para mí, y cada diez días, toda clase de vinos en abundancia– sin embargo nunca recurrí al pan del gobernador, porque la servidumbre [al rey] era pesada sobre este pueblo.

    19. ¡Oh Elohim mío, acuérdate para mi crédito de todo lo que he hecho por este pueblo!