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sábado, agosto 17, 2024
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    1 Reyes 19 - Martin Nieto

    Elías huye a Horeb

    1. Ajab contó a Jezabel lo que Elías había hecho y cómo había degollado a espada a todos los profetas de Baal.

    2. Y entonces Jezabel envió este mensaje a Elías: "Esto y cosa peor hagan conmigo los dioses si mañana a estas horas no te he puesto a ti como a uno de ellos".

    3. Elías tuvo miedo y se escapó para salvar su vida; llegó a Berseba de Judá y dejó allí a su criado.

    4. Él se internó en el desierto una jornada de camino y fue a sentarse bajo una retama, deseándose la muerte y diciendo: "¡Ya basta, oh Señor! Quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres".

    5. Luego se acostó y se quedó dormido debajo de la retama. Un ángel le tocó y le dijo: "Levántate y come".

    6. Miró en derredor, y vio a su cabecera una torta cocida sobre piedras ardiendo y un vaso de agua. Comió, bebió y luego se volvió a acostar.

    7. El ángel del Señor volvió por segunda vez, le tocó y le dijo: "Levántate y come, pues te resta un camino demasiado largo para ti".

    8. Se levantó, comió y bebió, y con la fuerza de aquel manjar caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios, el Horeb.

    9. Llegó y pasó la noche en una cueva. El Señor le dijo: "¿Qué haces aquí, Elías?".

    10. Respondió: "Me he abrasado en celo por el Señor todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han destruido tus altares, han pasado a espada a tus profetas. He quedado yo solo, y me buscan para quitarme la vida".

    11. El Señor le dijo: "Sal y quédate de pie en la montaña ante la presencia del Señor". Y el Señor pasó. Sopló un viento fuerte e impetuoso que descuajaba los montes y quebraba las peñas delante del Señor; pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, un terremoto; pero el Señor no estaba en el terremoto.

    12. Tras el terremoto, un fuego; pero el Señor no estaba en el fuego. Y al fuego siguió un ligero susurro de aire.

    13. Elías, al oírlo, se cubrió el rostro con su capa, salió fuera y se quedó de pie a la entrada de la cueva. Y una voz le preguntó: "¿Qué haces aquí, Elías?".

    14. Respondió: "Me he abrasado en celo por el Señor todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han destruido tus altares, han pasado a espada a tus profetas. He quedado yo solo y me buscan para quitarme la vida".

    15. Y el Señor le dijo: "Anda, vuelve a emprender tu camino por el desierto hacia Damasco, y, cuando llegues, ungirás a Jazael por rey de Siria;

    16. a Jehú, hijo de Nimsí, le ungirás por rey de Israel; y a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá, le ungirás profeta en tu lugar.

    17. A quien escape de la espada de Jazael le matará Jehú, y a quien escape de la espada de Jehú le matará Eliseo.

    18. Pero yo me reservaré en Israel siete mil: todas las rodillas que no se han doblado ante Baal y todas las bocas que no lo han besado".

    Llamamiento de Eliseo

    19. Elías se fue de allí en busca de Eliseo, al que encontró arando. Tenía delante de sí doce yuntas de bueyes, y él araba con la duodécima. Elías pasó junto a él y le echó encima su capa.

    20. Eliseo, entonces, dejó los bueyes, corrió detrás de Elías y le dijo: "Déjame dar un beso a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré". Elías respondió: "Anda, vuélvete; pero ten en cuenta lo que he hecho contigo".

    21. Se apartó de Elías, tomó la yunta de bueyes y la inmoló; y con los aperos de los bueyes coció la carne y la repartió a la gente para que la comiera. Luego se levantó, siguió a Elías y fue su servidor.