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jueves, agosto 22, 2024
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    Génesis 37 - Martin Nieto

    José es vendido por sus hermanos

    1. Jacob se estableció en la tierra adonde había emigrado su padre, la tierra de Canaán.

    2. Sigue la historia de Jacob. José tenía diecisiete años cuando iba a apacentar el rebaño con sus hermanos, los hijos de Bihl_ y de Zilpa, mujeres de su padre. Y José contó a su padre la mala fama que tenían sus hermanos.

    3. Israel amaba a José más que a todos sus hijos, porque era el hijo de su ancianidad, y le hizo una túnica con mangas largas.

    4. Sus hermanos vieron que su padre lo amaba más que a todos ellos, y le cobraron tal odio que no podían hablarle con cariño.

    5. José tuvo un sueño y se lo contó a sus hermanos.

    6. Les dijo: "Escuchad el sueño que he tenido:

    7. estábamos atando gavillas en el campo, y en esto que mi gavilla se levanta y se queda derecha, mientras que las vuestras se ponen alrededor y se inclinan ante la mía".

    8. Sus hermanos respondieron: "¿Es que vas a ser tú rey y señor nuestro?". Y le odiaban todavía más por sus sueños y por sus palabras.

    9. José tuvo otro sueño, que contó también a sus hermanos: "He tenido otro sueño: me parecía que el sol, la luna y once estrellas se postraban ante mí".

    10. Se lo contó a su padre y a sus hermanos, y su padre le reprendió, diciéndole: "¿Qué sueño es ése que has tenido? ¿Es que tenemos que postrarnos ante ti, yo, tu madre y tus hermanos?".

    11. Sus hermanos le tenían envidia, mientras que su padre daba vueltas al asunto.

    12. Sus hermanos habían ido a pastorear las ovejas de su padre a Siquén.

    13. Israel dijo a José: "Tus hermanos están pastoreando las ovejas en Siquén; ven, que quiero que vayas donde ellos". Él respondió: "Aquí me tienes".

    14. Y le dijo: "Anda, vete a ver cómo están tus hermanos y el rebaño, y tráeme noticias". Lo envió al valle de Hebrón, y José llegó a Siquén.

    15. Un hombre le encontró andando de un lado a otro por el campo y le preguntó: "¿Qué buscas?".

    16. Él respondió: "Busco a mis hermanos. Dime dónde están".

    17. Y aquel hombre le dijo: "Ya se han ido de aquí. Les oí decir: ¡Vámonos a Dotán!". José partió en busca de sus hermanos y los encontró en Dotán.

    18. Al verlo venir desde lejos, antes de que llegara hasta ellos, conspiraron contra él para darle muerte.

    19. Se dijeron unos a otros: "Ahí viene el soñador.

    20. Vamos a matarlo: lo echamos en una cisterna y luego decimos que una bestia feroz lo devoró. Veremos en qué paran sus sueños".

    21. Al oír esto, Rubén quiso salvarle de sus manos, y dijo: "¡Matarle, no!".

    22. Y añadió: "No derraméis sangre; echadlo a esa cisterna solitaria, pero no pongáis las manos en él". Era para librarlo de sus manos y devolverlo luego a su padre.

    23. Cuando José llegó junto a sus hermanos, le quitaron la túnica, la túnica de mangas largas que llevaba,

    24. lo agarraron y lo echaron en una cisterna vacía, sin agua.

    25. Y se pusieron a comer. Alzando los ojos, divisaron una caravana de ismaelitas que venían de Galaad. Sus camellos iban cargados de aromas, bálsamo y mirra, que llevaban a Egipto.

    26. Judá dijo a sus hermanos: "¿Qué sacamos con matar a nuestro hermano y ocultar su sangre?

    27. Vamos a vendérselo a los ismaelitas, y no pongamos nuestras manos en él; es nuestro hermano, es nuestra misma carne". Sus hermanos le hicieron caso.

    28. Al pasar los mercaderes madianitas, ellos sacaron a José de la cisterna. Vendieron a José a los ismaelitas por veinte monedas de plata, y éstos se lo llevaron a Egipto.

    29. Rubén volvió a la cisterna, y José ya no estaba allí. Rasgó sus vestiduras,

    30. regresó adonde sus hermanos y dijo: "¡El muchacho no está allí! ¿Adónde iré yo?".

    31. Ellos tomaron la túnica de José, degollaron un cabrito y tiñeron la túnica con la sangre.

    32. Y mandaron a su padre la túnica de mangas largas con estas palabras: "Esto es lo que hemos encontrado; mira a ver si es o no la túnica de tu hijo".

    33. Él la reconoció y dijo: "¡Es la túnica de mi hijo! Una bestia feroz lo ha devorado; José ha sido despedazado".

    34. Jacob rasgó sus vestiduras, se puso un saco a la cintura y guardó luto por su hijo durante muchos días.

    35. Sus hijos y sus hijas fueron todos a consolarle, pero él rechazó todo consuelo y dijo: "Quiero bajar de luto a la tumba con mi hijo". Y su padre lo lloró.

    36. Entretanto los madianitas lo habían vendido en Egipto a Putifar, eunuco del Faraón y capitán de la guardia.