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sábado, agosto 17, 2024
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    1 Samuel 28 - Version Moderna (1929)

    1. Y ACONTECIÓ por aquellos días que reunieron los Filisteos sus ejércitos en guerra, para pelear contra Israel.  Entonces dijo Aquís a David: Ten bien entendido que has de salir conmigo a campaña, tú y tus hombres.

    2. Y David respondió a Aquís: Por lo mismo tú sabrás lo que puede hacer tu siervo.  Y dijo Aquís a David: Por tanto te voy a constituir guarda de mi cabeza para siempre.

    Saúl y la adivina de Endor

    3. ¶Y Samuel era ya muerto, y todo Israel le había hecho lamentación; y le habían enterrado en Ramá, es decir, en su propia ciudad; y Saúl había extirpado del país los nigromantes y los adivinos.

    4. Habíanse reunido pues los Filisteos, y llegándose, acamparon en Sunem; asimismo Saúl había reunido a todo Israel, los cuales acamparon en Gilboa.

    5. Mas cuando vió Saúl el campamento de los Filisteos, temió, y amedrentóse su corazón en gran manera.

    6. Y Saúl consultó a Jehová; mas Jehová no le respondió, ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas.

    7. Entonces dijo Saúl a sus siervos: Buscadme una mujer que tenga espíritu pitónico, para que yo vaya a ella, e inquiera por medio de ella. Y le dijeron sus siervos: He aquí que hay en Endor una mujer que tiene espíritu pitónico.

    8. ¶Por lo cual Saúl se disfrazó, poniéndose vestidos ajenos; y partió, él y dos hombres que le acompañaban, y fueron a aquella mujer de noche; y le dijo Saúl: Ruégote adivines por medio del espíritu pitónico, y me hagas subir a aquel que yo te dijere.

    9. Mas la mujer le contestó: He aquí tú sabes lo que ha hecho Saúl, cómo ha hecho cortar de la tierra a los nigromantes y los adivinos: ¿por qué pues quieres poner trampa a mi vida. para hacerme morir?

    10. Entonces le juró Saúl por Jehová, diciendo: ¡Vive Jehová! que no te sucederá mal alguno por esto.

    11. Le preguntó pues la mujer: ¿A quién te haré subir?  Y él respondió: Hazme subir a Samuel.

    12. Mas cuando la mujer vió a Samuel, gritó en alta voz.  Y dijo la mujer a Saúl: ¿Por qué me has engañado? Pues tú eres Saúl.

    13. A lo que respondió el rey: No temas: pues ¿qué has visto?  Y la mujer respondió a Saúl: ¡dioses veo que suben de la tierra!

    14. Y preguntóle: ¿Cuál es su forma?  Y respondió la mujer: Un anciano sube, y está envuelto en un manto.  Y conoció Saúl que era Samuel; por lo cual inclinóse rostro a tierra, y le hizo reverencia.

    15. Entonces dijo Samuel a Saúl: ¿Por qué has turbado mi reposo, haciéndome subir?  Y respondió Saúl:  Me veo en grande estrecho; porque los Filisteos pelean contra mí, y Dios se ha apartado de mí, y ya no me responde más, ni por medio de profetas, ni por sueños; por tanto te he hecho llamar, para que me hagas saber lo que debo hacer.

    16. Samuel empero le respondió: ¿Y por qué me preguntas a mí, siendo así que Jehová se ha apartado de ti, y se ha hecho adversario tuyo?

    17. Pues ha hecho Jehová, en desagravio suyo, conforme a lo que habló por conducto mío; porque ha arrancado Jehová el reino de tu mano, y lo ha dado a tu prójimo, a David.

    18. Por cuanto no obedeciste a la voz de Jehová, y no ejecutaste su ardiente ira contra Amalec, por eso te ha hecho Jehová esto hoy.

    19. Además, Jehová entregará a Israel también, juntamente contigo, en mano de los Filisteos; y mañana tú y tus hijos estaréis conmigo; y Jehová entregará también el ejército de Israel en mano de los Filisteos.

    20. Entonces, al punto, cayó Saúl cuan largo era, a tierra, y tuvo gran temor por las palabras de Samuel, y no le quedaba esfuerzo alguno; porque no había comido nada en todo el día y toda la noche.

    21. ¶Y la mujer vino a Saúl, y viendo que estaba en gran manera turbado, le dijo: He aquí que tu sierva ha escuchado tu voz, y he puesto mi vida en mi mano, y he obedecido tus palabras que me hablaste;

    22. ahora pues ruégote que escuches tú también la voz de tu sierva, y me permitas poner delante de ti un bocado de pan, para que comas y tengas fuerzas para seguir tu camino.

    23. Pero él se negó, diciendo: No comeré.  Mas porfiaron con él sus siervos juntamente con la mujer, de manera que escuchó su voz, y levantóse de la tierra, y sentóse sobre la cama.

    24. Y tenía la mujer en casa un ternero cebado; y apresuróse a degollarle; luego tomó harina, y amasóla, y coció de ella panes ázimos;

    25. Y lo presentó delante de Saúl y de sus siervos, y ellos comieron; después de lo cual se levantaron, y caminaron aquella noche.