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    1 Samuel 30 - Version Moderna (1929)

    David derrota a los amalecitas

    1. Y FUÉ así que cuando David y sus hombres llegaron a Siclag, al tercer día, supieron que los Amalecitas habían hecho una incursión contra el Mediodía, y contra Siclag: en efecto, habían herido a Siclag, y la habían quemado a fuego:

    2. habían cautivado también a las mujeres que había en ella, sin dejar persona alguna chica ni grande; no mataron a nadie, sino que se los llevaron a todos, y siguieron su camino.

    3. Llegaron pues David y sus hombres a la ciudad, y ¡he aquí que estaba quemada a fuego, y sus mujeres, y sus hijos, y sus hijas, habían sido llevados cautivos!

    4. Entonces David y la gente que había con él alzaron la voz, y lloraron hasta que no les quedaron fuerzas para llorar.

    5. También las dos mujeres de David habían sido cautivadas, a saber, Ahinoam la jezreelita, y Abigail, mujer de Nabal, carmelita.

    6. Y David se vió en muy grande estrecho; porque trataba el pueblo de apedrearle; por cuanto estaba amargo el espíritu de la gente, cada cual a causa de sus hijos y de sus hijas: mas fortalecióse David en Jehová su Dios.

    7. ¶Entonces dijo David a Abiatar sacerdote, hijo de Ahimelec: Ruégote me traigas el Efod; y Abiatar trajo a David el Efod.

    8. Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Seguiré tras de estos merodeadores? ¿podré alcanzarlos? Y le respondió: Persigue, que sin falta los alcanzarás, y con seguridad recobrarás la presa.

    9. Partió pues David, él y los seiscientos hombres que había con él, y llegaron al torrente de Besor, donde se detuvieron los que hubieron de dejarse.

    10. Mas siguió el alcance David, él y cuatrocientos hombres; pues se detuvieron doscientos hombres que estaban demasiado cansados para pasar el torrente de Besor.

    11. Y hallaron un egipcio en el campo, a quien trajeron a David. Y le dieron pan, y comió; y le hicieron beber agua.

    12. Le dieron también un pedazo de un pan de higos secos, y dos racimos de uvas pasas. Y cuando hubo comido, le volvió el espíritu: pues no había comido pan, ni bebido agua, en tres días y tres noches.

    13. ¶Entonces dijo David: Tú ¿de quién eres? y ¿de dónde vienes? Y él contestó: Soy un mozo egipcio, siervo de un amalecita; y me abandonó mi amo, por estar yo enfermo, tres días ha.

    14. Hicimos una incursión contra el sur de los Kereteos, y sobre el territorio de Judá, y sobre el mediodía de Caleb; y a Siclag la quemamos a fuego.

    15. Le dijo pues David: ¿Podrás conducirme a donde están aquellos merodeadores? Y él respondió: Júrame por Dios que no me matarás, y que no me entregarás en mano de mi amo, y yo te conduciré a esa gente.

    16. En efecto le condujo allá: y he aquí que estaban derramados sobre la superficie de toda aquella tierra, comiendo, bebiendo y haciendo fiesta, por todo aquel gran botín que habían tomado de la tierra de los Filisteos, y de la tierra de Judá.

    17. Y los hirió David desde el crepúsculo de la mañana, hasta la tarde del día siguiente; de manera que no escapó de ellos hombre, salvo cuatrocientos mancebos que cabalgaban sobre camellos, y así se fugaron.

    18. Y recobró David todo lo que habían tomado los Amalecitas; asimismo a sus dos mujeres libertó David.

    19. No les faltó cosa alguna, chica ni grande, ni hijos, ni hijas, ni despojos, ni nada de cuanto les habían quitado; David lo volvió a traer todo.

    20. Además tomó David todos los rebaños y las vacadas de ellos, los cuales llevaron delante del ganado recobrado, y decían: Ésta es presa de David.

    21. ¶Llegó entonces David a los doscientos hombres que habían estado demasiado cansados para seguir a David, y a quienes habían dejado junto al torrente de Besor; y ellos salieron a recibir a David, y a recibir al pueblo que le acompañaba. Y como llegase David a la gente, les saludó.

    22. Entonces respondieron todos los malos y perversos de entre los hombres que habían acompañado a David; y dijeron: Por cuanto no fueron con nosotros, no les daremos nada de la presa que recobramos, sino tan solo a cada hombre su mujer y sus hijos, para que se los lleven, y se vayan.

    23. Pero dijo David: No habéis de hacer así, hermanos míos, de lo que Jehová nos ha dado, guardándonos a nosotros también, y entregando en nuestra mano a aquellos merodeadores que venían contra nosotros.

    24. Y ¿quién os escuchará en esta propuesta? antes bien, conforme a la porción del que bajó al combate, así ha de ser la porción del que se quedó con el bagaje; compartan de un mismo modo.

    25. Y fué así desde aquel día en adelante, que lo puso David por estatuto y por fuero en Israel, el cual dura hasta el día de hoy.

    26. ¶Y cuando llegó David a Siclag, envió de la presa a los ancianos de Judá, amigos suyos, diciendo: ¡He aquí un regalo para vosotros, del despojo de los enemigos de Jehová!

    27. Para los que había en Bet-el, y para los de Ramot-del-mediodía, y para los de Jatir,

    28. y para los de Aroer, y para los de Sifmot, y para los de Estemoa,

    29. y para los de Racal, y para los de las ciudades de los de Jerameel, y para los de las ciudades de los Cineos,

    30. y para los de Horma, y para los de Cor-asán, y para los de Atac,

    31. y para los de Hebrón, y para todos los lugares que David y sus hombres solían frecuentar.