31.9 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    2 Samuel 15 - Version Moderna (1929)

    Absalón se subleva contra David

    1. Y SUCEDIÓ después de esto, que Absalom se proveyó de una carroza y caballos, y de cincuenta hombres que corriesen delante de él.

    2. También se levantaba Absalom de madrugada, y se colocaba a un lado del camino de la puerta; y era así que cuando alguno que tenía un pleito venía al rey para pedir justicia, Absalom le llamaba a sí, y le decía: ¿De qué ciudad eres tú? y contestando él: De una de las tribus de Israel es tu siervo;

    3. le respondía Absalom: Mira que tu causa es buena y justa; pero no hay quien te oiga de parte del rey.

    4. Decía además Absalom: ¡Ojalá fuera yo juez en la tierra, para que ante mí compareciese todo hombre que tuviere algún pleito, u otra causa; que yo le haría justicia!

    5. Sucedía también que cuando se acercaba alguno para hacerle reverencia, alargaba él la mano, y asiéndole, le besaba.

    6. Y de este modo hacía Absalom con todo Israel que venía a pedir justicia al rey: con lo cual Absalom robó el corazón de los hombres de Israel.

    7. ¶Así fué que al fin de cuarenta años, Absalom dijo al rey: Me iré, con permiso tuyo, y pagaré en Hebrón mi voto que tengo hecho a Jehová.

    8. Porque tu siervo hizo un voto, mientras yo estaba en Gesur, en Siria, diciendo: Si en verdad Jehová me hiciere volver a Jerusalem, entonces serviré a Jehová.

    9. Y le dijo el rey: Véte en paz. Levantóse pues, y fué a Hebrón.

    10. Absalom empero había enviado correos por todas las tribus de Israel, diciendo: Luego que oyeseis el sonido de la trompeta, decid: ¡Reina Absalom en Hebrón!

    11. Y con Absalom fueron de Jerusalem doscientos hombres, que habían sido convidados; mas iban con sencillez, sin saber nada.

    12. Asimismo Absalom envió y llamó a Ahitofel gilonita, consejero de David, desde su ciudad de Gilo, en tanto que él ofrecía los sacrificios. Y era fuerte la conspiración, porque iba creciendo por instantes el pueblo que seguía a Absalom.

    13. ¶Entonces vino a David un mensajero que le dijo: ¡El corazón de los hombres de Israel se va en pos de Absalom!

    14. Y dijo David a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalem: ¡Levantaos y huyamos! que de otra suerte no podremos escapar de Absalom. ¡Partid al instante, no sea que apresurándose, nos alcance, y traiga el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad a filo de espada!

    15. A lo cual los siervos del rey le respondieron: He aquí a tus siervos listos para hacer todo cuanto dispusiere mi señor el rey.

    16. Salió pues el rey, y toda su casa en pos de él: mas el rey dejó diez concubinas para guardar la casa.

    17. Así pues salió el rey, y toda la gente en pos de él; e hicieron alto en un sitio llamado la Casa Remota.

    18. Y todos sus siervos iban pasando a su lado; y todos los Kereteos, y todos los Peleteos, y todos los Geteos, (seiscientos hombres que a sus órdenes vinieron de Gat), iban delante del rey.

    19. Entonces dijo el rey a Itai geteo: ¿Por qué vas tú también con nosotros? Vuelve, y quédate con el nuevo rey; porque extranjero eres, y desterrado también de tu lugar.

    20. Ayer llegaste, ¿y hoy por ventura he de hacerte ir vagando con nosotros, yo que voy a dondequiera que pueda? Vuelve pues, y haz volver a tus hermanos: ¡contigo permanezcan la misericordia y la verdad!

    21. Mas Itai respondió al rey, diciendo: ¡Vive Jehová, y vive mi señor el rey, que dondequiera que estuviere mi señor el rey, ora para muerte, ora para vida, allí también estará tu siervo!

    22. Dijo entonces David a Itai: Anda pues, y pasa adelante. E Itai geteo pasó adelante con todos sus hombres, y toda la familia que le acompañaba.

    23. Y todo el país lloraba a grandes voces en tanto que toda la gente pasaba. Y mientras tanto que el rey iba pasando el torrente Cedrón, y toda la gente pasaba adelante por el camino del desierto,

    24. he aquí a Sadoc también, y a todos los levitas con él, que traían el Arca del Pacto de Dios. Y asentaron el Arca de Dios (Abiatar también subía con ellos) hasta que toda la gente acabó de salir de la ciudad.

    25. Entonces el rey dijo a Sadoc: Vuelve a llevar el Arca de Dios a la ciudad; si yo hallare gracia en los ojos de Jehová, él me hará volver, y me permitirá verla a ella y su Habitación.

    26. Mas si así dijere: No hallo agrado en ti; ¡heme aquí, haga él de mí como bien le pareciere!

    27. ¶Dijo además el rey a Sadoc sacerdote: ¿No eres tú vidente?  Vuelve pues a la ciudad en paz, y vuestros dos hijos con vosotros, Ahimaaz tu hijo, y Jonatán hijo de Abiatar.

    28. Mira que yo me detendré en los llanos del desierto, hasta tanto que venga alguna razón de vuestra parte que me avise.

    29. Sadoc pues y Abiatar volvieron a llevar a Jerusalem el Arca de Dios; y se quedaron allí.

    30. ¶Entretanto David subía la cuesta del Monte de los Olivos, y subía llorando, cubierta la cabeza y andando descalzo. Asimismo toda la gente que iba con él, se cubría cada cual la cabeza; ellos también subían, y subían llorando.

    31. ¶Y alguno avisó a David, diciendo: ¡Ahitofel se cuenta entre los conspiradores que están con Absalom! A lo que dijo David: ¡Ruégote, oh Jehová, que vuelvas en insensatez el consejo de Ahitofel!

    32. Y aconteció que estando David para llegar a la cumbre del monte, donde solía adorar a Dios, he aquí a Cusai arquita que venía a su encuentro, rasgados los vestidos y con tierra sobre su cabeza.

    33. Y le dijo David: Si tú pasares adelante conmigo, me serás una carga;

    34. mas si volvieres a la ciudad y dijeres a Absalom: ¡Siervo tuyo, oh rey, voy a ser yo! ¡siervo de tu padre he sido en tiempo pasado, mas ahora seré tu siervo! entonces me podrás frustrar el consejo de Ahitofel.

    35. ¿No tienes allí contigo a los sacerdotes Sadoc y Abiatar? Por tanto ha de ser que todo lo que puedas oír, procedente de la casa del rey, se lo comunicarás a los sacerdotes Sadoc y Abiatar.

    36. He aquí que ellos tienen allí a sus dos hijos, Ahimaaz hijo de Sadoc, y Jonatán hijo de Abiatar, por conducto de quienes me enviaréis todo lo que pudiereis saber.

    37. Y así Cusai, amigo de David, vino a la ciudad al tiempo mismo que Absalom llegaba a Jerusalem.