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jueves, julio 18, 2024
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    Eclesiastés 5 - Version Moderna (1929)

    La insensatez de hacer votos a la ligera

    1. GUARDA tu pie cuando entres en la Casa de Dios, y acércate para escuchar su voluntad, más bien que para ofrecer el sacrificio de los insensatos, porque ellos no saben que hacen mal.

    2. No hables temerariamente con tu boca, y no se apresure tu corazón a proferir cualquiera cosa delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra: por tanto sean pocas tus palabras.

    3. Porque los sueños vienen con la multitud de los negocios, y la voz del insensato, con multitud de palabras.

    4. Cuando hicieres voto a Dios, no dilates en cumplirlo; porque él no se complace en los insensatos: cumple pues lo que has prometido.

    5. Mejor te será el no hacer votos, que el hacerlos y no cumplirlos.

    6. No permitas que tu boca haga pecar a tu carne; ni digas en presencia del ángel que fué un yerro. Pues ¿por qué ha de enojarse Dios a causa de tu voz, y destruir la obra de tus manos?

    7. Porque así sucede con la multitud de ensueños y de vanidades, y las muchas palabras: pero teme tú a Dios.

    La vanidad de la vida

    8. ¶Si vieres la opresión de los pobres, y la perversión de juicio y de justicia en alguna provincia, no te turbes a causa de esto; porque sobre el alto otro más alto vigila, y sobre ellos, el Altísimo.

    9. Y además, el provecho de la tierra, labrada por aquellos, es para todos; el rey mismo es servido del campo.

    10. ¶El que ama el dinero nunca se saciará del dinero; ni quien ama la abundancia de los productos del campo. ¡Esto también es vanidad!

    11. Cuando se aumentan los bienes, se aumentan también aquellos que los comen: ¿qué provecho hay pues para el dueño de ellos, sino tan sólo el verlos con sus ojos?

    12. Dulce es el sueño del trabajador, sea que coma poco o mucho; pero la abundancia del rico no le concede tranquilidad para dormir.

    13. ¶Hay un mal muy grave que he visto debajo del sol, a saber, las riquezas guardadas por su dueño para perjuicio de sí mismo:

    14. y aquellas riquezas se pierden por algún suceso malo; mientras tanto él engendra un hijo; y no le queda cosa alguna en su mano.

    15. Como salió de las entrañas de su madre, así desnudo volverá a ir lo mismo que vino, sin tomar consigo cosa alguna, como fruto de su trabajo, que pueda llevar en su mano.

    16. Y este también es un mal muy grave, el que justamente como vino, así mismo tenga que ir. ¿Qué provecho pues le queda a aquel que ha trabajado por alcanzar el viento?

    17. Come también en tinieblas todos sus días, y se enfada mucho, y tiene sus pesares y sus enojos.

    18. He aquí lo que he visto yo: Es bueno y propio que el hombre coma y beba tranquilamente, y que disfrute de bien en todo su trabajo con que se afana debajo del sol, el corto numero de los días que le conceda Dios; porque esto es su porción.

    19. Asimismo respecto de cualquier hombre a quien Dios le ha dado riquezas y haberes, y le ha concedido la facultad de gozar de ellos, y de tomar su porción, y de alegrarse en sus labores; esto es un don de Dios.

    20. Porque no se acordará mucho de los días pasados de su vida; puesto que Dios le habrá respondido con darle el gozo de su corazón.