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viernes, julio 19, 2024
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    Ezequiel 33 - Version Moderna (1929)

    El deber del atalaya

    1. TUVE otra vez revelación de Jehová, que decía:

    2. Hijo del hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y les dirás: Cuando yo trajere espada sobre un país, y el pueblo del país tomare un hombre de sus términos, y le pusiere por atalaya suyo;

    3. y él, viendo venir espada sobre el país, tocare la trompeta y avisare al pueblo;

    4. entonces cualquiera que oyere el sonido de la trompeta, y no tomare aviso, de modo que viniere la espada y le arrebatare, su sangre sobre su misma cabeza recaerá.

    5. Oyó el sonido de la trompeta, mas no tomó aviso; recae su sangre sobre él mismo; en tanto que si hubiera tomado aviso habría salvado su vida.

    6. Mas el atalaya que viere venir la espada, y no tocare la trompeta, de modo que el pueblo no fuere avisado, y viniendo la espada, arrebatare a alguno de ellos, él por su pecado habrá sido arrebatado, mas su sangre yo la demandaré de mano del atalaya.

    7. ¶Asimismo sucede contigo, hijo del hombre. Yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; por tanto, oirás de mi boca la palabra, y les amonestarás de mi parte.

    8. Cuando yo digo al inicuo: ¡Oh hombre inicuo, ciertamente morirás! si tú no hablas para amonestar al inicuo de su camino, él, siendo inicuo, en su iniquidad morirá; mas su sangre yo la demandaré de tu mano.

    9. Pero cuando tú hubieres amonestado al inicuo de su camino, para que se vuelva de él, si no se volviere de su camino, por su pecado morirá; mas tú has librado a tu alma.

    El camino de Dios es justo

    10. ¶Tú pues, oh hijo del hombre, di a la casa de Israel: Así habláis, diciendo: Ya que nuestras transgresiones y nuestros pecados están sobre nosotros, y en ellos estamos desfalleciendo, ¿cómo viviremos?

    11. Diles: ¡Vivo yo! dice Jehová el Señor, que no me complazco en la muerte del inicuo, sino antes en que se vuelva el inicuo de su camino y viva. Volveos, volveos de vuestros caminos malos, pues ¿por qué moriréis, oh casa de Israel?

    12. ¶También tú, oh hijo del hombre, di a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no le librará en el día de su transgresión; ni tampoco por su iniquidad habrá de caer el inicuo en el día que se volviere de su iniquidad; ni tampoco podrá el justo vivir por aquella justicia suya, en el día que pecare.

    13. Cuando yo dijere al justo: ¡Ciertamente vivirás! si él confiare en su justicia para cometer maldad, ninguna de sus justicias será tenida en memoria; sino que en su iniquidad que ha cometido, en ella morirá.

    14. Asimismo, cuando yo dijere al inicuo: ¡Ciertamente morirás! si él se volviere de su pecado, y practicare la equidad y la justicia;

    15. si el inicuo devolviere la prenda,  restituyere lo robado, y anduviere en los estatutos de la vida, sin cometer iniquidad, ciertamente vivirá; no morirá.

    16. Ninguno de sus pecados que hubiere cometido vendrá en memoria contra él; ha practicado la equidad y la justicia; ciertamente vivirá.

    17. ¶Y sin embargo, dicen los hijos de tu pueblo: ¡No es parejo el camino  del Señor! mas en cuanto a ellos, sus caminos no son parejos.

    18. Cuando tomare el justo de su justicia, y cometiere iniquidad, morirá por ella:

    19. y cuando tomare el inicuo de su iniquidad, Y practicare la equidad y la justicia, por ella vivirá.

    20. Y sin embargo vosotros decís: ¡No es parejo el camino del Señor! ¡A cada uno, conforme a su camino, os juzgaré, oh casa de Israel!

    Nuevas de la caída de Jerusalén

    21. Y aconteció en el año doce de nuestro cautiverio, en el mes décimo, el día cinco del mes, que vino a mí uno que había escapado de Jerusalem, el cual decía: ¡Ha sido herida la ciudad!

    22. Y la mano de Jehová había estado sobre mí por la tarde, antes que llegase el que escapó, y había abierto mi boca; y estuvo sobre mí hasta que él vino a mí por la mañana; de manera que mi boca estaba ya abierta, y yo no estuve más mudo.

    23. Y tuve revelación de Jehová, que decía:

    24. Hijo del hombre, los que habitan entre aquellas ruinas en la tierra de Israel hablan, diciendo: Uno solo era a Abraham, y él poseyó la tierra: pues nosotros somos muchos; a nosotros también ha sido dada la tierra para poseerla.

    25. Por tanto les dirás: Así dice Jehová el Señor: Con la sangre coméis, y alzáis los ojos a vuestros ídolos, y derramáis la sangre, ¿y acaso vosotros habéis de poseer la tierra?

    26. Ponéis la confianza en vuestras  espadas, cometéis abominación, y cada uno amancilla la mujer de su prójimo, ¿y acaso vosotros habéis de poseer la tierra?

    27. De esta manera les dirás: Así dice Jehová el Señor: ¡Vivo yo! que los que están entre aquellas ruinas caer a espada, y al que está sobre la haz del campo le daré para las fieras, para que le devoren; y los que están en las fortalezas y en las cuevas, de peste morirán.

    28. Y haré que sea la tierra una desolación y un asombro; y se acabará la soberbia de su poder; y las serranías de Israel quedarán desoladas, de modo que nadie pase por ellas.

    29. Y conocerán que yo soy Jehová, cuando hiciere la tierra una desolación y un asombro, a causa de todas las abominaciones que ellos han cometido.

    30. ¶En cuanto a ti, hijo del hombre, los hijos de tu pueblo hablan entre sí de ti, junto a las paredes, y a las entradas de las casas; sí, habla uno con otro, y cada uno con su compañero, diciendo: ¡Ea, vamos, y oigamos cuál sea la palabra que procede de Jehová!

    31. Y vienen a ti como viene el pueblo, y se sientan delante de ti como pueblo mío, y oyen tus palabras; mas no las ponen por obra; porque con su boca manifiestan mucho amor; pero su corazón va tras de su lucro.

    32. Pues he aquí que eres para ellos como una canción de amores de quien tenga hermosa voz y que toque bien porque escuchan tus palabras, mas no las ponen por obra.

    33. Pero cuando aquello sucediere (he aquí que va a suceder), ellos conocerán que ha habido profeta en medio de ellos.