28.6 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Hechos 9 - Version Moderna (1929)

    Conversión de Saulo

    1. MAS Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fué al sumo sacerdote,

    2. y le pidió cartas para Damasco, dirigidas a las sinagogas, para que si hallara a algunos de este Camino, ora fuesen hombres o mujeres, los trajese atados a Jerusalem.

    3. Y yendo por el camino, sucedió que se acercaba ya a Damasco, cuando de repente resplandeció alrededor de él una luz desde el cielo;

    4. y caído a tierra, oyó una voz que le decía: ¡Saulo! ¡Saulo! ¿por qué me persigues?

    5. Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor respondió: ¡Yo soy Jesús, a quien tú persigues! [¡dura cosa te es dar coces contra el aguijón!

    6. Y él, temblando y atónito, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo:] Levántate, y entra en la ciudad, y allí  te será dicho lo que debas hacer.

    7. Y los hombres que caminaban con él se detuvieron, sin poder hablar, oyendo la voz, mas no viendo a nadie.

    8. Levantóse pues Saulo de la tierra; y cuando abrió los ojos, no veía nada; y llevándole de la mano, le condujeron a Damasco.

    9. Y estuvo tres días privado de la vista; y no comió ni bebió.

    10. ¶Mas había cierto discípulo en Damasco, llamado Ananías; y a éste le dijo el Señor en visión: Ananías. Y él dijo: Heme aquí, Señor.

    11. Y el Señor le dijo: Levántate y vé a la calle que se llama Derecha, y pregunta. en casa de Judas por un hombre de Tarso, llamado Saulo: porque he aquí que está orando;

    12. y ha visto a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él, para que vea.

    13. Ananías empero respondió: Señor, he oído de parte de muchos respecto de este hombre, cuanto mal ha hecho a tus santos en Jerusalem:

    14. y aquí también tiene potestad de parte de los jefes de los sacerdotes, para prender a todos los que invocan tu nombre.

    15. Mas el Señor le dijo: Vé; porque éste mismo me es un vaso escogido, para llevar mi nombre delante de los gentiles, y de los reyes, y de los hijos de Israel;

    16. porque yo le enseñaré cuantas cosas es menester que él sufra por causa de mi nombre.

    17. Partió pues Ananías, y entró en la casa; y poniendo las manos sobre él, dijo: Saulo, hermano, el Señor, es decir, Jesús, que te apareció en el camino por donde viniste, me ha enviado a ti, para que recibas la vista, y seas lleno del Espíritu Santo.

    18. Y al momento cayeron de sus ojos unas como escamas, y recobró la vista: y levantándose, fué bautizado;

    19. y habiendo tomado alimento, recobró las fuerzas ¶Y estuvo algunos días con los discípulos que había en Damasco.

    Saulo predica en Damasco

    20. Y desde luego predicó a Cristo en las sinagogas, afirmando que éste es el Hijo de Dios.

    21. Y todos los que le oían quedaron asombrados, y decían: ¿No es éste aquel que en Jerusalem destrozaba a los que invocan este Nombre? y aquí también había venido para esto mismo, para conducirlos atados ante los jefes de los sacerdotes.

    22. Saulo empero cobró mayor fuerza, y confundió a los judíos que habitaban en Damasco, demostrando que éste es el Cristo.

    Saulo escapa de los judíos

    23. ¶Mas cuando se hubieron cumplido muchos días, los judíos tomaron el acuerdo de matarle;

    24. pero su trama vino en conocimiento de Saulo. Y aun velaban las puertas, día y noche, para matarle.

    25. Mas sus discípulos, tomándole de noche, le descolgaron por el muro, bajándole en una espuerta.

    Saulo en Jerusalén

    26. ¶Y llegado que hubo a Jerusalem, procuraba unirse con los discípulos: y todos ellos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo.

    27. Pero tomándole Bernabé, le trajo a los apóstoles, y les refirió cómo había visto al Señor en el camino, y que éste le había hablado; y cómo en Damasco había predicado denodadamente en el nombre de Jesús.

    28. Y él estaba con ellos, entrando y saliendo, en Jerusalem,

    29. predicando denodadamente en el nombre del Señor. Y hablaba y disputaba con los helenistas: mas ellos procuraban matarle.

    30. Pero los hermanos, al conocer esto, le condujeron a Cesarea, y de allí le enviaron a Tarso.

    31. ¶Así pues la iglesia tuvo paz por toda la Judea y la Galilea y la Samaria, y fué edificada; y andando en el temor del Señor, y en el consuelo del Espíritu Santo, se iba aumentando.

    Curación de Eneas

    32. Y aconteció que mientras Pedro caminaba por todas partes, descendió también a los santos que habitaban en Lidda.

    33. Y halló allí a cierto hombre, llamado Eneas, el cual había guardado cama ocho años, y era paralítico.

    34. Y Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y al instante se levantó.

    35. Y le vieron todos los que habitaban en Lidda y en Sarona; y se convirtieron al Señor.

    Dorcas es resucitada

    36. ¶Había también en Joppe cierta discípula llamada Tabita; nombre que, traducido al griego, se dice Dorcas: esta mujer era llena de buenas obras y de limosnas que hacía.

    37. Y aconteció que en aquellos días, habiendo enfermado, murió: y cuando la hubieron lavado, la pusieron en un aposento alto.

    38. Y como Lidda estaba cerca de Joppe, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, a suplicarle, diciendo: No te tardes en venir a nosotros.

    39. Levantóse pues Pedro, y fué con ellos. Y cuando hubo llegado, le condujeron al aposento alto: y todas las viudas acudieron a él, llorando, y mostrándole las túnicas y los vestidos que había hecho Dorcas cuando estaba con ellas.

    40. Mas Pedro, habiéndolas hecho salir a todas, se puso de rodillas y oró; luego, volviéndose hacia el cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos; y viendo a Pedro, se incorporó.

    41. Y dándole la mano, la levantó: y habiendo llamado a los santos y a las viudas, la presentó viva.

    42. Y esto fué conocido por toda la ciudad de Joppe, y muchos creyeron en el Señor.

    43. Y Pedro se quedó muchos días en Joppe, hospedado con cierto Simón,  curtidor.