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sábado, julio 20, 2024
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    Jeremías 27 - Version Moderna (1929)

    La señal de los yugos

    1. AL principio del reinado de Sedequías hijo de Josías, rey de Judá, tuvo Jeremías este oráculo de parte de Jehová, que decía:

    2. Así me dice Jehová: Hazte coyundas y yugos, y ponlos sobre tu misma cerviz;

    3. luego los enviarás al rey de Edom, y al rey de Moab, y al rey de los hijos de Amón, y al rey de Tiro, y al rey de Sidón, por mano de los mensajeros que han venido a Jerusalem, a Sedequías rey de Judá;

    4. y les darás un encargo a sus señores, diciendo: Así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel: De esta manera diréis a vuestros señores:

    5. Yo he hecho la tierra, y los hombres y las bestias que están sobre la faz de la tierra, con mi gran poder y mi brazo extendido; y yo la doy a quien me parece conveniente.

    6. Y ahora yo he dado todas estas tierras en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, siervo mío; y también le he dado los animales del campo para que le sirvan.

    7. Todas las naciones, pues, le han de servir a él, y a su hijo, y al hijo de su hijo, hasta que llegue el tiempo de su tierra también; entonces a ella la reducirán a servidumbre muchas naciones y grandes reyes.

    8. Por lo mismo sucederá que la nación o el reino que no le sirviere, es decir, a Nabucodonosor rey de Babilonia, y que no sometiere su cerviz al yugo del rey de Babilonia, a esa nación la castigaré yo con espada y con hambre y con peste, hasta que la haya destruído por mano de él.

    9. Por tanto no escuchéis a vuestros profetas, ni a vuestros adivinos, ni a vuestros soñadores, ni a vuestros agoreros, ni a vuestros hechiceros, que os hablan, diciendo: ¡No tendréis que servir al rey de Babilonia!

    10. porque os profetizan mentira; para haceros remover lejos de vuestra tierra, y para que yo os eche fuera, y para que perezcáis.

    11. Pero la nación que sometiere su cerviz al yugo del rey de Babilonia y le sirviere, yo haré que permanezca en su propia tierra, dice Jehová, y la cultivará y habitará en ella.

    12. ¶Y hablé a Sedequías, rey de Judá, conforme a todas estas palabras, diciendo: ¡Someted vuestras cervices al yugo del rey de Babilonia, y servidle a él y a su pueblo, y vivid!

    13. ¿Por qué querréis morir, tú y tu pueblo, a espada y por hambre y por peste; según lo ha dicho Jehová, respecto de la nación que no quisiere servir al rey de Babilonia?

    14. Y no escuchéis las palabras de los profetas que os hablan, diciendo: ¡No tendréis que servir al rey de Babilonia! pues que os profetizan mentira.

    15. Porque no los he enviado yo, dice Jehová, sino que profetizan falsamente en mi nombre; para que yo os eche fuera y perezcáis, tanto vosotros como los profetas que os profetizan.

    16. ¶También hablé a los profetas y a todo este pueblo, diciendo: Así dice Jehová: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan, diciendo: ¡He aquí que los vasos de la Casa de Jehová ahora muy pronto volverán de Babilonia! porque ellos os profetizan mentira.

    17. ¡No les escuchéis! ¡servid al rey de Babilonia, y vivid! ¿Por qué ha de ser hecha esta ciudad una desolación?

    18. Mas si ellos son profetas, y si con ellos hay oráculo de Jehová, hagan intercesión ahora para con Jehová de los Ejércitos, a fin de que los vasos que quedan aún en la Casa de Jehová, y en la casa del rey de Judá, y en Jerusalem no vayan a Babilonia.

    19. Porque así dice Jehová de los Ejércitos, respecto de las columnas, y respecto del mar de bronce, y respecto de las basas, y respecto del resto de los vasos que aun quedan en esta ciudad,

    20. los cuales no tomó Nabucodonosor cuando deportó desde Jerusalem a Babilonia a Jeconías hijo de Joaquim, rey de Judá, con todos los nobles de Judá y de Jerusalem;

    21. sí, porque así dice Jehová de los Ejércitos, el Dios de Israel, acerca de los vasos que quedan aún en la Casa de Jehová, y en la casa del rey de Judá, y en Jerusalem:

    22. A Babilonia serán llevados, y allí se quedarán hasta el día que yo los visitare, dice Jehová; entonces los traeré, y los restauraré a este lugar.