Job 5 - Version Moderna (1929)1. LLAMA pues; ¿habrá acaso quién te responda?¿o a cuál de los santos ángeles acudirás? 2. Porque al necio le mata el encono, y al simple le hace morir la envidia. 3. Yo he visto al necio que se iba arraigando,y al instante maldije su habitación. 4. Sus hijos están lejos de seguridad;hasta en la puerta son atropellados, sin haber quien los libre. 5. Su mies la devoran los hambrientos,sacándola aun de entre los espinos;y el tramposo anhela por su hacienda. 6. Porque no sale del polvo la aflicción,ni del suelo brotan los trabajos; 7. Sino que el hombre nace para los trabajos,como las chispas se remontan para volar. 8. Yo empero acudiría a Dios, y al Altísimo encomendaría mi causa; 9. el cual hace cosas grandes e inescrutables,maravillas que no tienen cuento: 10. que da lluvia sobre la faz de la tierra,y envía las aguas sobre la haz de los campos; 11. para poner en alto a los humildes; y así los que lloran son ensalzados a lugar seguro: 12. que frustra las maquinaciones de los astutos,de modo que sus manos no puedan efectuar su empresa: 13. que prende a los sabios en su misma astucia,de manera que el consejo de los arteros se precipita; 14. de día tropiezan con tinieblas, y, como de noche, andan a tientas al mediodía. 15. Así salva al perseguido de la espada de su boca,y al pobre, de la mano del poderoso; 16. de modo que tiene esperanza el débil, y la injusticia cierra su boca. 17. He aquí, dichoso es el hombre a quien Dios reprende; no desprecies pues la corrección del Omnipotente: 18. porque él hace la llaga, y él la venda; él hiere, y sus manos sanan. 19. En seis apuros te salvará, y en siete ningún mal te tocará. 20. En el hambre, te redimirá de la muerte, y en la guerra, del poder de la espada. 21. Del azote de la lengua estarás a cubierto, y no temerás la destrucción cuando viniere. 22. Te reirás de la destrucción y de la carestía, y de las fieras de la tierra no tendrás temor. 23. Porque con las piedras del campo tendrás tu pacto, y las fieras del campo estarán en paz contigo. 24. Y conocerás que hay paz en tu morada; visitarás también tus apriscos, y no echarás de menos nada. 25. Y conocerás que es numeroso tu linaje, y tu descendencia como la hierba de la tierra. 26. Llegarás al sepulcro en cumplida edad, como la gavilla de trigo que se recoje a su tiempo. 27. He aquí, esto lo hemos averiguado, y así es; óyelo, y conócelo lo tú para tu provecho. |