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jueves, julio 18, 2024
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    Josué 11 - Version Moderna (1929)

    Derrota de la alianza de Jabín

    1. Y ACONTECIÓ que Jabín rey de Hazor, cuando oyó todo esto, envió mensajeros a Jobab rey de Madón, y al rey de Simrón, y al rey de Acsaf,

    2. y a los reyes que eran de la parte del norte, en la Serranía, y en el Arabá al sur de Cineret, y en la Sefela, y en las Alturas de Dor, de la parte del oeste;

    3. al Cananeo, así del este como del oeste, y al Amorreo, y al Heteo, y al Perezeo, y al Jebuseo que habitaba en la Serranía, y al Heveo, al pie del Hermón, en la tierra de Mizpa.

    4. Éstos pues salieron, y todos sus ejércitos con ellos, mucha gente, como las arenas que están a la ribera del mar en multitud, con muchísimos caballos y carros de guerra.

    5. Así se reunieron por convenio todos estos reyes; y fueron y acamparon juntos cerca de las aguas de Merom, para pelear contra Israel.

    6. ¶Entonces Jehová dijo a Josué: No tengas temor a causa de ellos, porque mañana, como a estas horas, yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; a sus caballos desjarretarás, y sus carros quemarás a fuego.

    7. Y Josué y toda la gente de guerra con él vinieron sobre ellos de improviso junto a las aguas de Merom, y arremetieron contra ellos.

    8. Y Jehová los entregó en manos de Israel, de manera que los hirieron y los persiguieron hasta la gran Sidón, y hasta Misrefot-mayim, y hasta el Valle de Mizpa, hacia el oriente; hiriéndolos hasta no dejar de ellos quien escapase.

    9. E hizo con ellos Josué según le había mandado Jehová: desjarretó sus caballos y sus carros quemó a fuego.

    10. ¶Y volvióse Josué en aquel tiempo, y tomó Hazor; y a su rey lo pasó a cuchillo; porque Hazor había sido antes cabeza de todos aquellos reinos.

    11. E hirieron a filo de espada todas las almas que en ella había, destruyéndolas por completo; no quedó ninguno que respirase; y a Hazor la quemó a fuego.

    12. Asimismo tomó Josué todas las ciudades de aquellos reyes y a todos los reyes de ellas, y los hirió a filo de espada; y los destruyó completamente, como lo había mandado Moisés, siervo de Jehová.

    13. Pero todas las ciudades que quedaban en su entereza, no las quemó Israel; salvo Hazor solamente, la cual quemó Josué.

    14. Y todos los despojos de aquellas ciudades y las bestias se los apresaron los hijos de Israel; mas a todos los hombres hirieron a filo de espada, hasta que los hubieron destruído; no dejaron ninguno que respirase.

    15. Como había mandado Jehová a Moisés su siervo, así lo mandó Moisés a Josué, y así lo hizo Josué; no se apartó en nada de todo cuanto Jehová había mandado a Moisés.

    Josué se apodera de toda la tierra

    16. ¶Tomó pues Josué toda la tierra, la Serranía, y todo el Mediodía, y toda la tierra de Gosén, y la Sefela, y el Arabá, y la serranía de Israel con su tierra baja:

    17. desde el monte Halac, que sube hacia Seir, y hasta Baal-gad, en el Valle del Líbano, al pie del monte Hermón: tomó también a todos sus reyes, y los hirió y mató.

    18. Muchos días estuvo Josué haciendo la guerra contra todos estos reyes.

    19. No hubo ciudad que hiciese paz con los hijos de Israel, salvo los Heveos que habitaban en Gabaón; a todas las demás las tomaron en guerra.

    20. Pues era propósito de Jehová endurecer el corazón de ellos, para que marchasen al encuentro de Israel en batalla; a fin de destruirlos completamente; para que no se tuviese de ellos compasión, sino antes, para que se les destruyese por completo; como Jehová lo había mandado a Moisés.

    21. ¶Y en aquel mismo tiempo vino Josué y exterminó a los Anaceos, de la Serranía, de Hebrón, de Debir, de Anab, y de toda la serranía de Judá y de toda la serranía de Israel; Josué los destruyó completamente, juntamente con sus ciudades.

    22. No quedaron Anaceos en la tierra de los hijos de Israel: solamente en Gaza, en Gat y en Asdod quedaron algunos.

    23. ¶Así pues tomó Josué toda la tierra, conforme a todo lo que Jehová había dicho a Moisés; y dióla Josué en herencia a Israel, conforme a sus repartimientos, según sus tribus.  Y la tierra descansó de la guerra.