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lunes, agosto 19, 2024
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    Salmos 25 - Version Moderna (1929)

    David implora dirección, perdón y protección Salmo de David.

    1. ¡A TI, Jehová, levanto mi alma!

    2. ¡Dios mío, en ti he confiado; no sea yo avergonzado; no se regocijen mis enemigos sobre mí!

    3. Asimismo ninguno de los que te esperan será jamás avergonzado; serán avergonzados los que obran con perfidia, y eso sin causa.

    4. ¡Hazme conocer tus caminos, oh Jehová; enséñame tus sendas!

    5. ¡Encamíname en tu verdad, y enséñame: porque tú eres el Dios de mi salvación; a ti espero todo el día!

    6. ¡Acuérdate de tus piedades, oh Jehová, y de tus misericordias; porque ellas son eternas!

    7. ¡No te acuerdes de los pecados de mi juventud y de mis transgresiones; mas conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por causa de tu bondad, oh Jehová!

    8. Bondadoso y recto es Jehová; por tanto dirigirá a los pecadores en el camino:

    9. encaminará a los humildes en la justicia; enseñará a los humildes su camino.

    10. Todas las sendas de Jehová son misericordia y fidelidad, para con los que guardan su pacto y sus testimonios.

    11. Por causa de tu nombre lo harás así, oh Jehová, y perdonarás mi iniquidad, porque es grande.

    12. ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? a éste le dirigirá por el camino que él escogiere:

    13. su alma reposará en medio del bien, y su descendencia heredará la tierra.

    14. La privanza de Jehová es con los que le temen, y su pacto, para hacerles conocer su voluntad.

    15. Mis ojos están siempre hacia Jehová, porque él sacará mis pies de la red.

    16. ¡Vuelve tu rostro hacia mí, y ten misericordia de mí, porque estoy solitario y afligido!

    17. Se han ensanchado las angustias de mi corazón; ¡oh sácame de mis congojas!

    18. ¡Mira mi aflicción y mis trabajos, y perdona todos mis pecados!

    19. ¡Mira a mis enemigos, porque son muchos, y con odio cruel me han aborrecido!

    20. ¡Guarda mi alma y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti he confiado!

    21. La integridad y la rectitud me preservarán, porque a ti he esperado.

    22. ¡Redime, oh Dios, a Israel de todas sus angustias!