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sábado, julio 20, 2024
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    Isaías 37 - Biblia Septuaginta al Español

    Judá es librado de Senaquerib

    1. Y aconteció, al oír el rey Ezequías, desgarró sus vestiduras, envolvióse en saco, y ascendió a la casa del Señor;

    2. y envió a Heliaquim, el ecónomo y a Somnás, el escriba y a los ancianos de los sacerdotes envueltos en sacos, cerca de Isaías, hijo de Amós, el profeta;

    3. y dijéronle: «Esto dice Ezequías: «Día de tribulación, y oprobio, y castigo e ira, el día de hoy; pues ha venido el dolor a la parturienta, y fuerza no tiene de parir.

    4. Oiga Señor, tu Dios, las palabras de Rabsaces, las que envió el rey de asirios a oprobiar al Dios viviente, y oprobiar, palabras que oyó el Señor, tu Dios; y orarás a tu Señor por estos residuos(a) ».

    5. Y vinieron los niños del rey Ezequías a Isaías;

    6. y díjoles Isaías: «Así diréis a vuestro señor: «Esto dice el Señor: «No te amedrentes por las palabras que has oído, con que me han oprobiado los legados del rey de asirios.

    7. He aquí yo lanzo en él un espíritu, y, oyendo el mensaje, tornará a su región, y caerá a cuchilla en su tierra».

    8. Y volvió Rabsaces, y halló al rey de asirios asediando a Lobna; pues oyó que decampó de Laquis.

    9. Y salió Taraca, rey de etíopes a asediarle; y habiendo oído(b) , volvió y envió mensajeros a Ezequías diciendo:

    10. «Así diréis a Ezequías, rey de la Judea: «No te engañe tu Dios en quien has confiado en él, diciendo: «No será entregada, no, Jerusalén en mano del rey de asirios».

    11. Tú ¿no has oído lo que han hecho reyes de asirios a toda la tierra, cómo han exterminado? ¿y tú librarás?

    12. ¿Acaso los han librado los dioses de las gentes que han exterminado mis padres: a Gozán, y Carrán y Rafed, que están en región de Teemat?

    13. ¿Dónde están los reyes de Emat y de Arfad? ¿y dónde de la ciudad de Ecfarvaím, Hanag, Ugavá?».

    14. Y recibió Ezequías el libro de los mensajeros, y lo leyó, y ascendió a casa del Señor, abriólo delante del Señor.

    15. Y oró Ezequías al Señor; diciendo:

    16. «Señor de los ejércitos, Dios de Israel, el sentado sobre los querubines, tú eres el Dios solo de todo reino del orbe; tú has hecho el cielo y la tierra.

    17. Inclina, Señor, tu oreja; escucha, Señor; abre, Señor tus ojos; mira Señor, y ve las palabras de Senaquerib, las que ha enviado, para oprobiar al Dios viviente.

    18. Pues, en verdad, Señor, han yermado reyes de asirios el orbe entero, y la región de ellos;

    19. y arrojado los ídolos de ellos en el fuego; pues dioses no eran, sino obras de manos de hombres, leños y piedras; y los han lanzado lejos.

    20. Mas ahora Señor Dios nuestro, sálvanos de mano de él; para que conozca todo reino de la tierra que tú eres el Dios solo».

    21. Y envió Isaías, hijo de Amós, cerca de Ezequías y díjole: «Esto dice el Señor, el Dios de Israel: «He oído lo que has orado a mí acerca de Senaquerib, rey de asirios.

    22. Esta la palabra que ha hablado acerca de él Dios: «Vilipendiádote ha y escarnecídote, virgen, hija de Sión; sobre ti cabeza ha movido, hija de Jerusalén.

    23. ¿A quién has oprobiado e irritado? o ¿contra quién has levantado tu voz? ¿Y no has alzado a altura tus ojos, al Santo de Israel?

    24. Pues, por mensajeros, has oprobiado al Señor. Porque tú has dicho: «Con la muchedumbre de los carros, yo he subido a altura de montes y hasta lo postrero del Líbano y cortado la altura de su cedro y la hermosura del ciprés e internádome en la altura de parte del bosque;

    25. y puesto puente y yermado aguas y toda congregación de agua».

    26. «¿No esto has oído en otros tiempos lo que yo hice? Desde días antiguos dispuse y ahora manifesté yermar gentes en fortificaciones y a los habitadores de ciudades fortificadas;

    27. solté las manos y aridecieron y fueron hechos como heno árido sobre terrados y como grama.

    28. Y ahora tu reposo y tu salida y tu entrada yo sé;

    29. tu furor con que enfureciste y tu amargura ha subido a mí y lanzaré morral a tu nariz y freno a tus labios y te volveré por el camino que viniste — en él.

    30. Y esto, para ti la señal: come este año lo que sembraste(c) ; mas el año, el segundo, los restos; mas el tercero los sembradores segad y plantad vides y comed el fruto de ellas.

    31. Y serán los restantes en la Judea: echarán raíz abajo y harán semilla arriba.

    32. Porque de Jerusalén serán los restantes, y los salvados, del monte de Sión; el celo del Señor de los ejércitos hará esto.

    33. Por esto así dice el Señor sobre rey de asirios: «No entrará, no, en esta ciudad; y no lanzará, no, sobre ella dardo; y no echará, no, sobre ella broquel; y no rodeará, no, sobre ella valladar;

    34. sino que el camino que ha venido, en él retornará; y en esta ciudad no entrará, no. Esto dice el Señor:

    35. «Sobreescudaré sobre esta ciudad para salvarla por mí y por David, el niño mío».

    36. Y salió un ángel del Señor, y arrebató del real de los asirios, ciento ochenta y cinco millares; y levantándose, al alba, hallaron todos los cuerpos muertos.

    37. Y partió, volviendo, Senaquerib, rey de asirios, y habitó en Nínive.

    38. Y, adorando él en la casa de Nasarac, su patriarca(d) , Adramelec y Sarasar, sus hijos, le hirieron con cuchillas, y ellos se salvaron en Armenia; y reinó Asarhaddón, su hijo, en lugar de él.