28.1 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Job 6 - Biblia Septuaginta al Español

    Job reprocha la actitud de sus amigos

    1. Y respondiendo Job, dice:

    2. «Pues si alguno pesando pesara la ira mía, y los dolores míos alzara en balanza a la vez;

    3. por cierto que más pesada que arena de mar será. Empero, según parece, mis palabras son malas.

    4. Pues saetas del Señor en mi cuerpo están, cuyo furor, de ellas, me bebe la sangre; cuando empezare yo a hablar, me clavan.

    5. ¿Pues qué? ¿Acaso en vano gritará un asno montés, sino pasto buscando? ¿O si también bramará un buey, en pesebre teniendo que comer?

    6. ¿Si se comerá pan sin sal? ¿O si hay también goce en palabras vanas?

    7. Pues no puede calmar mi ira; pues rugido veo(a) mis viandas, como olor de león.

    8. ¡Oh si él diera, y viniese mi ruego; y mi esperanza diese el Señor!

    9. Habiendo empezado el Señor me hiera, pero hasta término no me arrebate.

    10. Y sea mi ciudad sepulcro, sobre cuyos muros yo saltaba, sobre ella. No rehuiré; que no he falseado palabras santas de mi Dios.

    11. Pues ¿cuál mi fortaleza para sufrir? ¿O cuál mi tiempo(b) para que soporte mi alma?

    12. ¿Acaso fuerza de piedras es mi fuerza? ¿O mis carnes son broncíneas?

    13. ¿Acaso en él(c) no he confiado? ¿Pero, mi amparo lejos está de mí?

    14. Desechome misericordia, y visitación del Señor me despreció.

    15. No me miraron mis más allegados: como torrente que desfallece, o como ola pasaron de mí.

    16. Los que me reverenciaban, ahora han caído sobre mí cual nieve, o hielo cuajado.

    17. Así como derretido, sobreviniendo calor, no se conoció lo que fue;

    18. así también yo he sido abandonado de todos y he perecido y de mi casa he sido arrojado.

    19. Ved caminos de temanitas, sendas de sabeos, los que investigáis;

    20. y confusión estarán debiendo, los en ciudades y riquezas confiados.

    21. Ahora, empero, también vosotros os habéis levantado contra mí despiadados, de modo que viendo mi llaga os amedrentáis.

    22. ¿Pues qué? ¿Acaso algo a vosotros he pedido, o de vuestra fortaleza necesito,

    23. para que me salvéis de enemigos o de mano de poderosos me libréis?

    24. Enseñadme, y yo enmudeceré; si algo he errado, decidme.

    25. Empero, a lo que parece, inferiores a lo verdadero, las palabras(d) ; pues no a vosotros fortaleza pido;

    26. ni vuestra reprensión de palabra me calmará; ni vuestro estrépito de palabra he de soportar;

    27. a fe que sobre un huérfano os precipitáis; y asaltáis a vuestro amigo.

    28. Y ahora mirando vuestro semblante no mentiré.

    29. Sentaos ahora, y no haya injusticia, y de nuevo al justo llegaos.

    30. Que no hay en mi lengua injusticia. O mi garganta ¿acaso cordura no medita?»