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jueves, julio 18, 2024
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    Lamentaciones 2 - Biblia Septuaginta al Español

    Las tristezas de Sion vienen de Jehová

    1. Alef ¡Cómo entenebreció, en su ira, el Señor a la hija de Sión! derribó, de cielo en tierra, la gloria de Israel; y no rememoró el escabel de sus plantas. Bet

    2. En día de su ira hundió el Señor, no perdonando; todo lo hermoso de Jacob arrasó en su furor; las fortificaciones de la hija de Judá pegó con la tierra; contaminó a su rey y a sus príncipes. Ghimel

    3. Quebrantó, en ira de su furor, todo cuerno de Israel; apartó hacia atrás su diestra, a faz de enemigo; y encendió en Jacob, cual fuego, llama, y devoró todo en contorno. Dálet

    4. Tendió su arco, cual enemigo adversario; afianzó su diestra, como adversario; y mató todas las apetencias de mis ojos, en tienda de hija de Sión; derramó, como fuego, su furor. He

    5. Se ha hecho el Señor, como enemigo: hundió a Israel; hundió sus alcázares; destruyó sus fortificaciones; y multiplicó, para la hija de Judá, a la que es humillada y a la que humillada está. Vau

    6. Y disipó, cual vid, su pabellón; destruyó su fiesta; se olvidó el Señor de lo que hizo, en Sión, de fiesta y sábado; y exasperó, con rugido de su ira, a rey, y sacerdote y príncipe. Zaín

    7. Arrojó el Señor su altar; sacudió su santuario; quebrantó, en su mano, muro de alcázares de ella; voz dieron, en la casa(a) , como en día de fiesta. Het

    8. Y volvióse a destruir muro de hija de Sión; extendió mensura; no volvió su mano de holladura; y lloró el antemural, y el muro igualmente desmayó. Tet

    9. Clavadas fueron en tierra las puertas de ella; destruyó y quebrantó sus cerrojos, a su rey, y sus príncipes, en las gentes; no hay ley; y tampoco sus profetas vieron visión, del Señor. Yod

    10. Sentáronse en la tierra; callaron ancianos de hija de Sión; esparcieron polvo sobre su cabeza; ciñéronse sacos; bajaron en tierra a las príncipes vírgenes, en Jerusalén. Jaf

    11. Desfallecieron en lágrimas mis ojos; se conturbó mi corazón; derramóse en la tierra mi gloria, por el quebranto de la hija de mi pueblo, al desfallecer pequeñuelo y mamante en las calles de la ciudad. Lámed

    12. A sus madres dijeron: «¿Dónde trigo y vino?» al desmayar ellos, como heridos, en las calles de la ciudad; al derramar sus almas en el seno de sus madres. Mem

    13. ¿Qué te atestiguaré(b) o qué asemejaré a ti, hija de Jerusalén? ¿Quién te salvará y consolará, virgen hija de Sión? pues se ha engrandecido(c) el cáliz de tu quebranto; ¿quién te sanará? Nun

    14. Tus profetas te vieron vanidades e insensatez; y no revelaron sobre tu injusticia, para apartar tu cautiverio; y te vieron «aprehensiones vanas y lanzamientos.» Samec

    15. Batieron sobre ti palmas todos los que pasaban de camino; silbaron y movieron su cabeza sobre la hija de Jerusalén: «¿Esta, la ciudad —dirán— corona de alegría de toda la tierra?» Ain

    16. Abrieron sobre ti su boca todos tus enemigos; silbaron y rechinaron de dientes; y dijeron: «Devorádola hemos; sí, éste, el día que esperábamos: hémoslo hallado, visto.» Fe

    17. Hizo el Señor lo que pensó; cumplió sus palabras, que mandó desde días antiguos; arrasó, y no perdonó, y alegró sobre ti al enemigo; exaltó cuerno de tu atribulador. Tsadé

    18. Clamó el corazón de ellos al Señor: «Muros de Sión, verted, como torrentes, lágrimas día y noche; no te des recobro; no calle, hija, el ojo tuyo. Cof

    19. Levántate, salta, de noche, a principios de tu vigilia; derrama, como agua, tu corazón ante la faz del Señor; alza a él tus manos por el alma de los pequeñuelos, los que desmayan de hambre, a comienzo de todas las vías. Res

    20. «Ve, Señor, y mira a quien rastrojeas así; ¡si habrán de comer mujeres fruto de su vientre!(d) . Rastrojo ha hecho cocinero: ¿Serán matados infantes mamando pechos? ¿Matarás, en santuario del Señor, a sacerdote y profeta? Ysen

    21. Durmiéronse, en la vía, párvulo y anciano; mis doncellas y mis jovencillos han ido en cautividad; en cuchilla y en hambre has matado; en día de tu ira ensañádote, no perdonado. Tau

    22. Llamaste a día de fiesta las cohabitaciones mías en contorno; y no hubo en día de furor del Señor quien librara y fuera dejado; como(e) envalentoné y multipliqué a mis enemigos todos(f) .