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domingo, agosto 18, 2024
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    Lucas 12 - Biblia Septuaginta al Español

    La levadura de los fariseos

    1. Entre tanto, juntándose aún más las miríadas(a) de la turba, hasta hollarse unos a otros, empezó a decir a sus discípulos primero: «Guardaos de la levadura (la que es hipocresía) de los fariseos.

    2. Y nada encubierto está que no se descubra, ni oculto que no se conozca.

    3. Por esto cuanto en las tinieblas habéis dicho, en la luz se oirá; y lo que a la oreja habéis hablado en las alcobas, predicado será sobre los terrados.

    A quién se debe temer

    4. Dígoos a vosotros, mis amigos: no temáis a los que matan el cuerpo y, después de esto, no tienen más que hacer.

    5. Pero os mostraré a quién temáis: temed al que, después de matar, tiene potestad de arrojar a la gehenna. Sí, dígoos: a éste temed.

    6. ¿Acaso cinco gorriones no se venden por asillos(b) dos? y uno de ellos no está olvidado a la faz de Dios.

    7. Empero, también los cabellos de vuestra cabeza todos contados están. No temáis: de muchos gorriones diferís(c) .

    El que me confesare delante de los hombres

    8. Y dígoos: todo el que me confesare delante de los hombres, también el Hijo del hombre le confesará delante de los ángeles de Dios;

    9. Pero, el que me negare a faz de los hombres, le renegará a faz de los ángeles de Dios.

    10. Y todo el que dijere palabra contra el Hijo del hombre, perdonarásele; mas el que contra el Santo Espíritu blasfemare, no se perdonará.

    11. Y, cuando os introdujeren en las sinagogas, y los principados y las potestades, no os solicitéis de cómo o qué respondáis o qué digáis;

    12. pues el Santo Espíritu enseñaráos en aquella hora lo que fuere menester decir».

    El rico insensato1

    13. Y dijo uno de la turba a él: «Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la herencia».

    14. Y él díjole: «Hombre ¿quién me ha constituido juez o partidor sobre vosotros?»

    15. Y dijo a ellos: «Ved y guardaos de toda codicia; pues no (si le sobra a alguno), la vida de él es(d) de lo que posee».

    16. Y dijo parábola a ellos diciendo: «De un hombre rico bien fructificó la región.

    17. Y consideró dentro de sí, diciendo: «¿Qué haré, pues no tengo dónde juntar mis frutos?»

    18. Y dijo: «Esto haré: derribaré mis graneros y mayores edificaré; y juntaré allí todo el trigo y los bienes míos,

    19. y diré a mi alma: «Alma, tienes muchos bienes yacientes para años muchos: descansa, come, bebe, goza».

    20. Y díjole Dios: «Necio, esta noche tu alma pedirán de ti; y lo que has preparado ¿para quién será?»

    21. Así, el que atesora para sí, y no para Dios enriquece.»

    El afán y la ansiedad

    22. Y dijo a sus discípulos: «Por esto, no os solicitéis de vuestra alma qué comáis ni de vuestro cuerpo qué vistáis.

    23. Que el alma más es que la comida, y el cuerpo, que el vestido.

    24. Contemplad los cuervos, cómo no siembran ni siegan; que no tienen despensa ni granero, y Dios aliméntalos. ¿Cuánto más vosotros diferís de los volátiles?

    25. Y ¿quién de vosotros, solicitándose, puede a su vida añadir un codo(e) ?

    26. Si, pues, ni lo muy pequeño podéis ¿qué acerca de lo demás os solicitáis?

    27. Contemplad los lirios cómo crecen: no trabajan ni hilan; y dígoos: ni Salomón en toda su gloria vistióse como uno de éstos.

    28. Y, si, en campo, la hierba que es hoy, y mañana en el horno se arroja, Dios así cubre, ¿cuánto más a vosotros, poco creyentes?

    29. Y vosotros no busquéis qué comáis y qué bebáis; y no zozobréis;

    30. que esto todo las gentes del mundo se buscan; pero vuestro Padre sabe que necesitáis de esto;

    31. empero, buscad su reino y esto se os añadirá.»

    Tesoro en el cielo

    32. «No temas, el(f) pequeño rebañito; pues ha placido a vuestro Padre daros el reino.

    33. Vended lo que poseéis y dad de limosna: haceos bolsas que no envejecen, tesoro indefectible en los cielos; donde ladrón no se allega, ni carcoma corrompe;

    34. pues, donde está vuestro tesoro, allí también vuestro corazón estará.»

    El siervo vigilante

    35. «Estén vuestros lomos ceñidos en torno(g) y las candelas ardiendo, (en vuestras manos) y vosotros, semejantes a hombres aguardando a su señor,

    36. cuando retorne de las bodas; para que, viniendo él y golpeando, al punto le abran.

    37. Bienaventurados aquellos siervos, que, viniendo el señor, hallare velando; en verdad dígoos que se ceñirá en torno, y recostaráles y, pasando, serviráles.

    38. Y, si en la segunda y si en la tercera vigilia viniere y hallare así, bienaventurados son aquéllos.

    39. Y esto conoced que, si supiera el dueño de casa a qué hora el ladrón viene, no dejará socavar su casa.

    40. También vosotros estaos preparados; pues a la hora que no pensáis, el Hijo del hombre viene».

    El siervo infiel

    41. Y dijo Pedro: «Señor, ¿a nosotros esta parábola dices, o también a todos?»

    42. Y dijo el Señor: «¿Quién, pues, es el fiel administrador, el prudente, a quien pondrá el señor sobre su servidumbre para dar a tiempo la medida de trigo(h) ?

    43. Bienaventurado aquel siervo, a quien, viniendo su señor, hallare haciendo así.

    44. Verdaderamente dígoos que sobre todos sus bienes pondrále.

    45. Si dijere, empero, aquel siervo en su corazón: «Tarda mi señor en venir»; y empezare a golpear los muchachos y las muchachas, a comer así como a beber y embriagarse;

    46. llegará el señor de aquel siervo en el día que no espera y en la hora que no conoce, y le cortará en dos(i) , y su parte con los infieles pondrá.

    47. Pero aquel siervo el que conoce la voluntad de su señor, y no preparare o hiciere según su voluntad, será desollado(j) con muchos(k) ;

    48. pero el que no conoce, e hiciere cosas dignas de golpes, será desollado con pocos. Y, a todo el que ha sido dado mucho, mucho buscarán de él; y al que han entregado mucho(l) , más pedirán de él.

    Jesús, causa de división

    49. Fuego he venido a arrojar sobre la tierra, y ¿qué quiero(m) , si ya está encendido?

    50. Y, con bautismo tengo que ser bautizado; y ¿cómo me angustio hasta que se cumpla?

    51. ¿Pensáis que paz he venido a dar en la tierra? Que no, dígoos, sino sólo división.

    52. Pues habrá desde ahora mismo cinco en una casa divididos; tres contra dos, y dos contra tres

    53. se dividirán: padre contra hijo e hijo contra padre; madre contra hija, e hija contra la madre; suegra contra su nuera, y nuera contra la suegra».

    ¿Cómo no reconocéis este tiempo?

    54. Y dijo también a las turbas: «Cuando viereis nube naciendo de occidente, al punto decís: «Lluvia viene»; y acontece así;

    55. y, cuando, al noto soplando, decís que «ardor habrá»; y acontece.

    56. Hipócritas, la faz de la tierra y del cielo sabéis examinar

    Arréglate con tu adversario

    57. ¿Y qué también por vosotros mismos(n) no juzgáis lo justo?

    58. Pues, cuando vas con tu adversario al príncipe, en el camino date trabajo por librarte de él, no sea que te arrastre al juez, y el juez te entregue al ejecutor, y el ejecutor te arroje en prisión.

    59. Dígote: no saldrás; no, de allí hasta que también el último maravedí pagues».