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sábado, agosto 17, 2024
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    Mateo 3 - Biblia Septuaginta al Español

    Predicación de Juan el Bautista

    1. Y en aquellos días vino Juan el Bautista, predicando en el desierto de la Judea,

    2. diciendo: «Arrepentíos; que cerca está el reino de los cielos».

    3. Pues éste es el dicho por Isaías, el profeta, diciendo: «Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas».

    4. Y el mismo Juan tenía su vestido de pelo de camello y ceñidor de piel sobre su lomo; y su comida era langostas y miel silvestre.

    5. Entonces salió a él Jerusalén y toda la Judea y todos los contornos del Jordán,

    6. y eran bautizados en el río Jordán por él, confesando sus pecados.

    7. Mas, viendo a muchos de los fariseos y saduceos venir al bautismo, díjoles: «Engendros de víboras ¿quién os ha enseñado a huir de la ira que ha de venir?

    8. Haced, pues, fruto digno de arrepentimiento,

    9. y no penséis decir dentro de vosotros mismos: «Por padre tenemos a Abraham», pues dígoos que puede Dios de estas piedras despertar hijos a Abraham.

    10. Y ya la segur en la raíz de los árboles yace; todo árbol pues, que no hace fruto bueno, es cortado y al fuego arrojado.

    11. Yo os bautizo en agua para arrepentimiento: pero el que después de mi viene, más fuerte que yo es, cuyas sandalias no soy bastante a llevar, él os bautizará en Espíritu Santo y fuego;

    12. cuyo aventador en su mano, y depurará su era y reunirá su trigo en su granero; mas la paja quemará con fuego inextinguible».

    El bautismo de Jesús

    13. Entonces vino Jesús de Galilea al Jordán, para ser bautizado por él.

    14. Mas él detúvole, diciendo: «Yo necesidad tengo de ser por ti bautizado ¿y tú vienes a mí?».

    15. Pero, respondiendo Jesús, díjole: «Deja ahora; pues así conveniente es a nosotros cumplir toda justicia». Entonces dejóle.

    16. Y bautizado Jesús, luego subió del agua. Y he aquí que se abrieron los cielos; y vio el espíritu de Dios, bajando como paloma, venir sobre él.

    17. Y he aquí una voz de los cielos, diciendo: «Este es el hijo mío, el amado, en quien me he complacido.»