31 C
Miami
sábado, agosto 17, 2024
Más


    Proverbios 23 - Biblia Septuaginta al Español

    1. Cuando te sentares a comer en mesa de potentados, entendidamente entiende lo que se te pone delante;

    2. y echa mano a ello(a) sabiendo que otro tanto debes tú aderezar. Y si insaciable eres(b) ,

    3. no desees sus viandas; pues éstas confinan con vida falsa(c) .

    4. No te extiendas, pobre siendo, al rico; y de tu pensamiento abstente.

    5. Si pusieres tu ojo en él, en parte alguna parece; pues se le han dispuesto alas, como de águila, y se vuelve a la casa de su superior.

    6. No cenes con varón envidioso; ni codicies sus manjares,

    7. pues, al modo que alguno traga pelo, así come y bebe(d) . Ni a ti lo introduzcas y comas tu bocado con él,

    8. pues vomitará, y escarnecerá tus palabras, las hermosas.

    9. A orejas de insensato nada digas; no sea que se mofe de tus sabias palabras.

    10. No traspases lindes eternas, y a posesión de huérfanos no entres;

    11. pues quien los redime: Señor; fuerte es, y juzgará el juicio de ellos contigo.

    12. Da a disciplina tu corazón; y tus orejas apresta a palabras de entendimiento.

    13. No ceses al párvulo de enseñar; pues si le golpeares con varilla no morirá, no.

    14. Pues tú ciertamente le golpearás con varilla, mas su alma de muerte librarás.

    15. Hijo, si sabio se hiciere tu corazón, alegrarás también mi corazón;

    16. y se detendrán en palabras tus labios con mis labios, si rectos fueren.

    17. No cele tu corazón a pecadores, sino en temor del Señor estate todo el día.

    18. Pues guardándolo(e) , tendrás descendientes, y tu esperanza no será desechada.

    19. Oye, hijo, y hazte sabio y endereza pensares de tu corazón.

    20. No seas bebedor de vino; ni te extiendas a festines de contribución, y de carnes compras;

    21. pues todo crapuloso y ramerero mendigará; y vestirá roturas y harapos todo soñoliento.

    22. Oye, hijo, a tu padre que te ha engendrado, y no menosprecies, porque ha envejecido tu madre.

    23. Verdad adquiere, y no deseches sabiduría, y disciplina y entendimiento.

    24. Bellamente educa padre sabio; y de hijo sabio alégrase su alma.

    25. Alégrese tu padre y madre de ti; y gócese la que te parió.

    26. Dame, hijo, tu corazón; y tus ojos mis caminos guarden.

    27. Pues tonel perforado es ajena casa, y pozo estrecho, el ajeno(f) .

    28. Que éste(g) en breve perecerá; y todo inicuo consumido será.

    29. ¿Para quién «ay»?, ¿para quién tumulto?, ¿a quién juicio? ¿Para quién tedios y marañas?, ¿para quién quebrantos en vano?, ¿de quién acardenalados ojos?

    30. ¿No de los detenidos en vinos?, ¿no de los que investigan dónde compotaciones se hacen? No os embriaguéis en vinos, sino juntaos con hombres justos y congregaos en paseos;

    31. pues si a tazas y cálices dieres tus ojos, al fin andarás más desnudo que maroma;

    32. y, al último, como de serpiente herido, se extiende; y, como de cerasta, derrámasele el veneno.

    33. Tus ojos, cuando vieron a extraña, tu boca entonces hablará cosas diversas;

    34. y yacerás cual en corazón de mar; y, cual piloto en mucha marejada.

    35. Y dirás: «Hiérenme, y no me dolió; y mofáronse de mí, y yo no sabía. ¿Cuándo amanecerá, para, yendo, buscar con quienes juntarme?».