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jueves, julio 18, 2024
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    Génesis 33 - Nueva Versión Internacional 1999

    Reconciliación entre Jacob y Esaú

    1. Encuentro de Jacob con Esaú Cuando Jacob alzó la vista y vio que Esaú se acercaba con cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lea, Raquel y las dos esclavas.

    2. Al frente de todos colocó a las criadas con sus hijos, luego a Lea con sus hijos, y por último a Raquel con José.

    3. Jacob, por su parte, se adelantó a ellos, inclinándose hasta el suelo siete veces mientras se iba acercando a su hermano.

    4. Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándole los brazos al cuello, lo abrazó y lo besó. Entonces los dos se pusieron a llorar.

    5. Luego Esaú alzó la vista y, al ver a las mujeres y a los niños, preguntó: -¿Quiénes son estos que te acompañan? -Son los hijos que Dios le ha concedido a tu siervo -respondió Jacob.

    6. Las esclavas y sus hijos se acercaron y se inclinaron ante Esaú.

    7. Luego, Lea y sus hijos hicieron lo mismo y, por último, también se inclinaron José y Raquel.

    8. -¿Qué significan todas estas manadas que han salido a mi encuentro? -preguntó Esaú. -Intentaba con ellas ganarme tu confianza -contestó Jacob.

    9. -Hermano mío -repuso Esaú-, ya tengo más que suficiente. Quédate con lo que te pertenece.

    10. -No, por favor -insistió Jacob-; si me he ganado tu confianza, acepta este presente que te ofrezco. Ya que me has recibido tan bien, ¡ver tu rostro es como ver a Dios mismo!

    11. Acéptame el regalo que te he traído. Dios ha sido muy bueno conmigo, y tengo más de lo que necesito. Fue tanta la insistencia de Jacob que, finalmente, Esaú aceptó.

    12. Más tarde, Esaú le dijo: -Sigamos nuestro viaje; yo te acompañaré.

    13. Pero Jacob se disculpó: -Mi hermano y señor debe saber que los niños son todavía muy débiles, y que las ovejas y las vacas acaban de tener cría, y debo cuidarlas. Si les exijo demasiado, en un solo día se me puede morir todo el rebaño.

    14. Es mejor que mi señor se adelante a su siervo, que yo seguiré al paso de la manada y de los niños, hasta que nos encontremos en Seír.

    15. -Está bien -accedió Esaú-, pero permíteme dejarte algunos de mis hombres para que te acompañen. -¿Para qué te vas a molestar? -contestó Jacob-. Lo importante es que me he ganado tu confianza.

    16. Aquel mismo día, Esaú regresó a Seír.

    17. Jacob, en cambio, se fue hacia Sucot, y allí se hizo una casa para él y cobertizos para su ganado. Por eso a ese lugar se le llamó Sucot.[d]

    18. Cuando Jacob volvió de Padán Aram,[e] llegó sano y salvo a la ciudad de Siquén, en Canaán, y acampó frente a ella.

    19. Luego, por cien monedas de plata les compró una parcela a los hijos de Jamor, el padre de Siquén, y allí instaló su carpa.

    20. También construyó un altar, y lo llamó El Elohé Israel.[f]