Jueces 14 - Nueva Versión Internacional 1999Sansón y la mujer filistea de Timnat1. Matrimonio de Sansón Sansón descendió a Timnat y vio allí a una joven filistea. 2. Cuando él volvió, les dijo a sus padres: -He visto en Timnat a una joven filistea; pídanla para que sea mi esposa. 3. Pero sus padres le dijeron: -¿Acaso no hay ninguna mujer aceptable entre tus parientes, o en todo nuestro[b] pueblo, que tienes que ir a buscar una esposa entre esos filisteos incircuncisos? Sansón le respondió a su padre: -¡Pídeme a ésa, que es la que a mí me gusta! 4. Sus padres no sabían que esto era de parte del Señor, que buscaba la ocasión de confrontar a los filisteos; porque en aquel tiempo los filisteos dominaban a Israel. 5. Así que Sansón descendió a Timnat junto con sus padres. De repente, al llegar a los viñedos de Timnat, un rugiente cachorro de león le salió al encuentro. 6. Pero el Espíritu del Señor vino con poder sobre Sansón, quien a mano limpia despedazó al león como quien despedaza a un cabrito. Pero no les contó a sus padres lo que había hecho. 7. Luego fue y habló con la mujer que le gustaba. 8. Pasado algún tiempo, cuando regresó para casarse con ella, se apartó del camino para mirar el león muerto, y vio que había en su cadáver un enjambre de abejas y un panal de miel. 9. Tomó con las manos un poco de miel y comió, mientras proseguía su camino. Cuando se reunió con sus padres, les ofreció miel, y también ellos comieron, pero no les dijo que la había sacado del cadáver del león. 10. Después de eso su padre fue a ver a la mujer. Allí Sansón ofreció un banquete, como era la costumbre entre los jóvenes. 11. Cuando los filisteos lo vieron, le dieron treinta compañeros para que estuvieran con él. 12. -Permítanme proponerles una adivinanza -les dijo Sansón-. Si me dan la solución dentro de los siete días que dura el banquete, yo les daré treinta vestidos de lino y treinta mudas de ropa de fiesta. 13. Pero si no me la dan, serán ustedes quienes me darán los treinta vestidos de lino y treinta mudas de ropa de fiesta. -Dinos tu adivinanza -le respondieron-, que te estamos escuchando. 14. Entonces les dijo: «Del que come salió comida; y del fuerte salió dulzura.» Pasaron tres días y no lograron resolver la adivinanza. 15. Al cuarto[c] día le dijeron a la esposa de Sansón: «Seduce a tu esposo para que nos revele la adivinanza; de lo contrario, te quemaremos a ti y a la familia de tu padre. ¿Acaso nos invitaron aquí para robarnos?» 16. Entonces la esposa de Sansón se tiró sobre él llorando, y le dijo: -¡Me odias! ¡En realidad no me amas! Le propusiste a mi pueblo una adivinanza, pero no me has dicho la solución. -Ni siquiera se la he dado a mis padres -replicó él-; ¿por qué habría de dártela a ti? 17. Pero ella le lloró los siete días que duró el banquete, hasta que al fin, el séptimo día, Sansón le dio la solución, porque ella seguía insistiéndole. A su vez ella fue y les reveló la solución a los de su pueblo. 18. Antes de la puesta del sol del séptimo día los hombres de la ciudad le dijeron: «¿Qué es más dulce que la miel? ¿Qué es más fuerte que un león?» Sansón les respondió: «Si no hubieran arado con mi ternera, no habrían resuelto mi adivinanza.» 19. Entonces el Espíritu del Señor vino sobre Sansón con poder, y éste descendió a Ascalón y derrotó a treinta de sus hombres, les quitó sus pertenencias y les dio sus ropas a los que habían resuelto la adivinanza. Luego, enfurecido, regresó a la casa de su padre. 20. Entonces la esposa de Sansón fue entregada a uno de los que lo habían acompañado en su boda. |