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domingo, agosto 18, 2024
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    Mateo 17 - Nueva Versión Internacional 1999

    La transfiguración

    1. La transfiguración 17:1-8-Lc 9:28-36 17:1-13-Mr 9:2-13 Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan, el hermano de Jacobo, y los llevó aparte, a una montaña alta.

    2. Allí se transfiguró en presencia de ellos; su rostro resplandeció como el sol, y su ropa se volvió blanca como la luz.

    3. En esto, se les aparecieron Moisés y Elías conversando con Jesús.

    4. Pedro le dijo a Jesús: -Señor, ¡qué bien que estemos aquí! Si quieres, levantaré tres albergues: uno para ti, otro para Moisés y otro para Elías.

    5. Mientras estaba aún hablando, apareció una nube luminosa que los envolvió, de la cual salió una voz que dijo: «Éste es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él. ¡Escúchenlo!»

    6. Al oír esto, los discípulos se postraron sobre su rostro, aterrorizados.

    7. Pero Jesús se acercó a ellos y los tocó. -Levántense -les dijo-. No tengan miedo.

    8. Cuando alzaron la vista, no vieron a nadie más que a Jesús.

    9. Mientras bajaban de la montaña, Jesús les encargó: -No le cuenten a nadie lo que han visto hasta que el Hijo del hombre resucite.

    10. Entonces los discípulos le preguntaron a Jesús: -¿Por qué dicen los maestros de la ley que Elías tiene que venir primero?

    11. -Sin duda Elías viene, y restaurará todas las cosas -respondió Jesús-.

    12. Pero les digo que Elías ya vino, y no lo reconocieron sino que hicieron con él todo lo que quisieron. De la misma manera va a sufrir el Hijo del hombre a manos de ellos.

    13. Entonces entendieron los discípulos que les estaba hablando de Juan el Bautista.

    Jesús sana a un muchacho lunático

    14. Jesús sana a un muchacho endemoniado 17:14-19-Mr 9:14-28; Lc 9:37-42 Cuando llegaron a la multitud, un hombre se acercó a Jesús y se arrodilló delante de él.

    15. -Señor, ten compasión de mi hijo. Le dan ataques y sufre terriblemente. Muchas veces cae en el fuego o en el agua.

    16. Se lo traje a tus discípulos, pero no pudieron sanarlo.

    17. -¡Ah, generación incrédula y perversa! -respondió Jesús-. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme acá al muchacho.

    18. Jesús reprendió al demonio, el cual salió del muchacho, y éste quedó sano desde aquel momento.

    19. Después los discípulos se acercaron a Jesús y, en privado, le preguntaron: -¿Por qué nosotros no pudimos expulsarlo?

    20. -Porque ustedes tienen tan poca fe -les respondió-. Les aseguro que si tienen fe tan pequeña como un grano de mostaza, podrán decirle a esta montaña: “Trasládate de aquí para allá”, y se trasladará. Para ustedes nada será imposible.[l]

    21. --

    Jesús anuncia otra vez su muerte

    22. Estando reunidos en Galilea, Jesús les dijo: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.

    23. Lo matarán, pero al tercer día resucitará.» Y los discípulos se entristecieron mucho.

    Pago del impuesto del templo

    24. El impuesto del templo Cuando Jesús y sus discípulos llegaron a Capernaúm, los que cobraban el impuesto del templo[m] se acercaron a Pedro y le preguntaron: -¿Su maestro no paga el impuesto del templo?

    25. -Sí, lo paga -respondió Pedro. Al entrar Pedro en la casa, se adelantó Jesús a preguntarle: -¿Tú qué opinas, Simón? Los reyes de la tierra, ¿a quiénes cobran tributos e impuestos: a los suyos o a los demás?

    26. -A los demás -contestó Pedro. -Entonces los suyos están exentos -le dijo Jesús-.

    27. Pero, para no escandalizar a esta gente, vete al lago y echa el anzuelo. Saca el primer pez que pique; ábrele la boca y encontrarás una moneda.[n] Tómala y dásela a ellos por mi impuesto y por el tuyo.