28.8 C
Miami
jueves, julio 18, 2024
Más


    Salmos 38 - Nueva Versión Internacional 1999

    Oración de un penitente Salmo de David, para recordar.

    1. Salmo 38 Salmo de David, para las ofrendas memoriales. Señor, no me reprendas en tu enojo ni me castigues en tu ira

    2. Porque tus flechas me han atravesado, y sobre mí ha caído tu mano

    3. Por causa de tu indignación no hay nada sano en mi cuerpo; por causa de mi pecado mis huesos no hallan descanso

    4. Mis maldades me abruman, son una carga demasiado pesada.

    5. Por causa de mi insensatez mis llagas hieden y supuran

    6. Estoy agobiado, del todo abatido; todo el día ando acongojado

    7. Estoy ardiendo de fiebre; no hay nada sano en mi cuerpo

    8. Me siento débil, completamente deshecho; mi corazón gime angustiado.

    9. Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos

    10. Late mi corazón con violencia, las fuerzas me abandonan, hasta la luz de mis ojos se apaga

    11. Mis amigos y vecinos se apartan de mis llagas; mis parientes se mantienen a distancia

    12. Tienden sus trampas los que quieren matarme; maquinan mi ruina los que buscan mi mal y todo el día urden engaños.

    13. Pero yo me hago el sordo, y no los escucho; me hago el mudo, y no les respondo

    14. Soy como los que no oyen ni pueden defenderse

    15. Yo, Señor, espero en ti; tú, Señor y Dios mío, serás quien responda

    16. Tan sólo pido que no se burlen de mí, que no se crean superiores si resbalo.

    17. Estoy por desfallecer; el dolor no me deja un solo instante

    18. Voy a confesar mi iniquidad, pues mi pecado me angustia

    19. Muchos son mis enemigos gratuitos;[l] abundan los que me odian sin motivo

    20. Por hacer el bien, me pagan con el mal; por procurar lo bueno, se ponen en mi contra.

    21. Señor, no me abandones; Dios mío, no te alejes de mí

    22. Señor de mi salvación, ¡ven pronto en mi ayuda!