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jueves, julio 18, 2024
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    Salmos 44 - Nueva Versión Internacional 1999

    Liberaciones pasadas y pruebas presentes Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.

    1. Salmo 44 Al director musical. Masquil de los hijos de Coré. Oh Dios, nuestros oídos han oído y nuestros padres nos han contado las proezas que realizaste en sus días, en aquellos tiempos pasados:

    2. Con tu mano echaste fuera a las naciones y en su lugar estableciste a nuestros padres; aplastaste a aquellos pueblos, y a nuestros padres los hiciste prosperar.[o]

    3. Porque no fue su espada la que conquistó la tierra, ni fue su brazo el que les dio la victoria: fue tu brazo, tu mano derecha; fue la luz de tu rostro, porque tú los amabas.

    4. Sólo tú eres mi rey y mi Dios. ¡Decreta las victorias de Jacob!

    5. Por ti derrotamos a nuestros enemigos; en tu nombre aplastamos a nuestros agresores

    6. Yo no confío en mi arco, ni puede mi espada darme la victoria;

    7. tú nos das la victoria sobre nuestros enemigos, y dejas en vergüenza a nuestros adversarios

    8. ¡Por siempre nos gloriaremos en Dios! ¡Por siempre alabaremos tu nombre! Selah

    9. Pero ahora nos has rechazado y humillado; ya no sales con nuestros ejércitos

    10. Nos hiciste retroceder ante el enemigo; nos han saqueado nuestros adversarios

    11. Cual si fuéramos ovejas nos has entregado para que nos devoren, nos has dispersado entre las naciones

    12. Has vendido a tu pueblo muy barato, y nada has ganado con su venta.

    13. Nos has puesto en ridículo ante nuestros vecinos; somos la burla y el escarnio de los que nos rodean

    14. Nos has hecho el hazmerreír de las naciones; todos los pueblos se burlan de nosotros

    15. La ignominia no me deja un solo instante; se me cae la cara de vergüenza

    16. por las burlas de los que me injurian y me ultrajan, por culpa del enemigo que está presto a la venganza.

    17. Todo esto nos ha sucedido, a pesar de que nunca te olvidamos ni faltamos jamás a tu pacto

    18. No te hemos sido infieles, ni nos hemos apartado de tu senda

    19. Pero tú nos arrojaste a una cueva de chacales; ¡nos envolviste en la más densa oscuridad!

    20. Si hubiéramos olvidado el nombre de nuestro Dios, o tendido nuestras manos a un dios extraño,

    21. ¿acaso Dios no lo habría descubierto, ya que él conoce los más íntimos secretos?

    22. Por tu causa, siempre nos llevan a la muerte; ¡nos tratan como a ovejas para el matadero!

    23. ¡Despierta, Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate! No nos rechaces para siempre

    24. ¿Por qué escondes tu rostro y te olvidas de nuestro sufrimiento y opresión?

    25. Estamos abatidos hasta el polvo; nuestro cuerpo se arrastra por el suelo

    26. Levántate, ven a ayudarnos, y por tu gran amor, ¡rescátanos!