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miércoles, julio 17, 2024
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    1 Tesalonicenses 4 - Reina Valera 1858 (Nuevo Testamento)

    La vida que agrada a Dios

    1. RESTA, pues, hermanos, que os roguemos y exhortemos en el Señor Jesus, que de la manera que fuisteis enseñados de nosotros de cómo os conviene andar, y agradar á Dios, vayais creciendo.

    2. Porque ya sabeis qué mandamientos os dimos por el Señor Jesus.

    3. Porque la voluntad de Dios es, vuestra santificacion; es á saber, que os aparteis de fornicacion:

    4. que cada uno de vosotros sepa tener su vaso en santificacion y honor;

    5. no con afecto de concupiscencia, como los Gentiles que no conocen á Dios:

    6. que ninguno oprima, ni calumnie en nada á su hermano: porque el Señor es vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y protestado.

    7. Porque no os ha llamado Dios á inmundicia, sino á santificacion.

    8. Así que el que nos menosprecia, no menosprecia á hombre, sino á Dios, el cual tambien nos dió su Espíritu Santo.

    9. Mas, acerca de la caridad de los hermanos no habeis menester que os escriba: porque vosotros habeis aprendido de Dios que os ameis los unos á los otros.

    10. Y tambien lo haceis así con todos los hermanos que están por toda Macedonia. Os rogamos, empero, hermanos, que vayais creciendo;

    11. y que procureis tener quietud, y hacer vuestros negocios; y que obreis de vuestras manos de la manera que os hemos mandado;

    12. y que andeis honestamente para con los extraños; y que nada de ninguno deseeis.

    La venida del Señor

    13. TAMPOCO, hermanos, queremos que ignoreis acerca de los que duermen, que no os entristezcais como los otros que no tienen esperanza.

    14. Porque si creemos que Jesus murió y resucitó, así tambien traerá Dios con él á los que durmieron en Jesus.

    15. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor, que nosotros que vivimos, que hemos quedado, en la venida del Señor no seremos delanteros á los que durmieron ya.

    16. Porque el mismo Señor con algazara, y con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán primero.

    17. Luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos; y juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes á recibir al Señor; y así estaremos siempre con el Señor.

    18. Por tanto consoláos los unos á los otros en estas palabras.